Los números hablan: "Cristiano Ronaldo ya sólo sirve para finalizar"

Ante Las Palmas volvió a hacer gala de su nuevo rol (forzoso) en el Real Madrid

Los números hablan:

Que Cristiano Ronaldo lleva bastantes meses alejado de su mejor versión vista en el Real Madrid es un hecho que prácticamente todo el mundo, aficionado acérrimo o comedido del conjunto blanco, periodista, experto o profesional del fútbol acepta, más o menos de acuerdo con la afirmación. Se trata de una corriente de opinión convertida en noticia y transformada, a su vez, en debate. Un debate que va más allá, pues algunos ya se atreven a plantear el hecho de que, por nivel de juego y edad, el portugués puede estar llegando al fin de su etapa más productiva y quizá sería el momento de empezar a considerar venderle.

 

Una frase que todavía a día de hoy puede sonar a locura. Hablamos del que hace pocas fechas se convirtió en el máximo goleador de la historia del club merengue; del tercer mejor goleador de la historia de la Liga española sólo siete temporadas después de haber aterrizado en la misma. Y, sobre todo, de uno de los dos mejores jugadores que la generación más joven aficionada al fútbol habrá visto desde que tiene uso de razón, el hombre que ha elevado su pelea personal sobre el campo con Leo Messi a los altares de la historia de este deporte. Una auténtica bestia en números y ambición. Hablamos de pensar en 'jubilar' a ese hombre.

 

Pero la visión práctica y materialista también cabe en este dilema. Cristiano ha superado la treintena y físicamente su progresión irá bajando con el paso de las temporadas. Para muchos, su desgaste y sus problemas de rodilla ya le han mermado. De hecho, como contraposición a esa opinión que habla de un Cristiano Ronaldo que no está fino, subyace otra que, a medias, justifica lo que vemos a día de hoy del luso y que también ayuda a encajar la realidad: Cristiano ya no es un 'todocampista', no volverá a ser ese futbolista capaz de cambiar un partido por sí mismo en cuanto a regates y recorrido físico. Ahora es un nueve, un delantero centro rematador que se limitará a marcar muchos goles cada temporada... pero sin fabricarlos él. Se los darán hechos.

 

Los números hablan: la temporada pasada Cristiano empezó como un tiro y terminó a medio gas, pero durante todo el año mantuvo una constante: marcaba más goles en área pequeña y al primer toque que antaño. Fue el mejor cabeceador a gol de toda la Liga, una especialidad antes reservada para los Aduriz, Llorente o delanteros similares. 12 tantos con la testa llevaron su sello. Y esta campaña no ha podido empezar de forma más similar: acumula 8 goles en la Liga y otros 5 en la Champions, en total 13 en 13 partidos. El pasado curso llevaba 22 por estas fechas. Además, sólo uno de estos 13 tantos no ha sido de remate de ariete puro dentro del área, de cabeza, o de penalti: el que le marcó al Levante con un disparo colocado hace dos semanas. El resto han sido dianas dignas del mejor Van Nistelrooy, por ponerles un ejemplo.

 

 

No pocos opinadores con peso dentro del madridismo en las redes llevan tiempo tratando de dejar constancia de esta corriente de opinión que, sin estar exenta de cariño hacia el que ya es uno de los futbolistas más importantes de la historia del club, lo dejan claro: "Los amantes de Cristiano deben entender que ya sólo sirve para finalizar"; "ganamos la décima pese a Casillas, y ganaremos la undécima pese a Cristiano". ¿Es ya una rémora para el equipo? Sigue pareciendo una afirmación salvajemente atrevida... pero es Ley de vida plantearla.