Piqué podrá llegar a ser presidente del Barça, pero nunca será capitán
Acciones como la del show de Halloween en Getafe explican por qué sus compañeros no le han elegido para representarles como capitán.
Existe en la zona noble del Camp Nou una preocupación evidente en torno a la conducta de Gerard Piqué. Entre los directivos se ha generado una corriente de opinión sobre el central catalán según la cual es un caso sin solución. Un niño grande al que la vida le sonríe y que no desea dejar de ser un niño que quiere jugar. Desde el club ya le han hecho varios llamamientos para que reconduzca su filosofía de vida, madure y deje de meterse en todos los charcos. En definitiva, que cuide las formas, y más en un momento como el actual en el que está en el punto de mira de los aficionados españoles, que ni siquiera le aceptan en la selección española, precisamente por las secuelas que dejan sus "travesuras".
Pero Piqué no sólo indigna a los aficionados españoles y preocupa a los directivos y cuerpo técnico del FC Barcelona. También tiene con la mosca detrás de la oreja a buena parte del vestuario del FC Barcelona. Así se explica que un hombre de su carisma, con su capacidad de diálogo, inteligencia, dominio de idiomas y ascendencia sobre el grupo nunca haya sido votado para ejercer las funciones de capitán. No se fían de él. Precisamente por temas como el de Kevin Roldán o el de las máscaras y disfraces de Halloween. El vestuario del Barça le considera imprevisible, capaz de lo mejor y también de lo peor. Y antes esta incertidumbre, sus compañeros prefieren delegar su representación en hombres como Iniesta, Messi o Busquets, mucho más sensatos.
Gerard Piqué no oculta cuando se le pregunta que su sueño es llegar a ser un día presidente del FC Barcelona. Es posible que llegue a la presidencia del FC Barcelona, pero lo hará sin experimentar antes la capitanía de su equipo. No lo quieren. ¿Tendremos un día en Piqué la reencarnación de Joan Gaspart como prersidente del Barça?