Luis Enrique no se atreve a admitir lo que piensa de verdad de Ter Stegen
El meta alemán tiene la virtud de ser el jugador de la plantilla que más nervioso pone a su entrenador.

Hubo una jugada en el Barça-Bate Borisov de anoche que puso de los nervios a los aficionados que ocupaban las gradas del Camp Nou, pero mucho más a Luis Enrique, que no podía creer lo que estaba viendo. Ter Stegen salió del área a por un balón y, en lugar de despejarlo, quiso jugarlo y regatear a un delantero rival llevándoselo al córner. Afortunadamente le salió bien y pudo despejar la pelota, pero a Luis Enrique no le hizo ninguna gracia esa acción, especialmente porque el portero alemán tiene órdenes concretas antes de cada partido para que vaya a lo seguro y se deje de frivolidades.
Al ser preguntado sobre la jugada al término del partido, Luis Enrique se mordió la lengua para no dar carnaza a los periodistas -eso sería lo último que haría-, pero no evitó dejar constancia de su disgusto por la "travesura" de Ter Stegen: "Él tiene calidad para hacer esos regates, pero no diré públicamente lo que considero bueno y no”. No lo dice públicamente, pero sí en el vestuario. Por eso, porque delante de todos le dice Luis Enrique a Ter Stegen lo que tiene que hacer cuando sale a jugar, a los compañeros del alemán les sorprendió mucho su frivolidad.
El vestuario del Barcelona sabe que, aunque no lo reconozca en público, Ter Stegen tiene la virtud de ser el jugador de la plantilla que más nervioso le pone.