Florentino se frena: No le dará un toque a Benítez por el juego (todavía)

Florentino se frena: No le dará un toque a Benítez por el juego (todavía)

El presidente del Real Madrid no es ajeno a los pitos por parte de la grada del Santiago Bernabéu, que crecieron ante el PSG

Florentino Pérez no quiere que ningún detalle se le escape en una temporada que se presume muy delicada para él y para el Real Madrid como club. En un curso en el que todavía está por ver si se celebran elecciones a la presidencia, algo que podría llegar impuesto si las autoridades deciden que la reforma de los estatutos de la entidad no es legal (se sabrá en las próximas semanas), el presidente blanco está teniendo que lidiar con un clima revuelto en varios frentes. El cese de Carlo Ancelotti el pasado mes de mayo provocó una ligera pero importante fractura entre la afición, y el fichaje de Benítez ha generado dudas y cierta apatía (los gustos del técnico no coinciden demasiado con los de la grada) incluso antes de perpetrarse. Florentino lo sabe. Y la salida de Casillas, unida a los casos traumáticos de Sergio Ramos y De Gea le dejaron más tocado que nunca desde que regresó al sillón presidencial en 2009.

 

Prácticamente desde que comenzó la temporada todo han sido líos deportivos y extradeportivos en el Real Madrid. Desde el club se vuelve a tener la convicción de que parte de la prensa intenta malmeter e influir más que nunca, al tiempo que algunos episodios desagradables dentro del vestuario y con los futbolistas no han ayudado nada a que se hable de los resultados sobre el césped: Cruces de declaraciones entre Ramos y Benítez, la relación entre el técnico y Cristiano Ronaldo, la falta de rendimiento de Bale, la plaga de lesiones y las informaciones filtradas sobre la guerra interna con el doctor Olmo, ahora el asunto de Karim Benzema con la justicia francesa...

 

Son demasiadas cosas. Imposibles de tapar todas y de forma tan grande como para que no salpiquen, por muy tergiversadas y/o estiradas que sean. Pérez guarda la paciencia que le dan los resultados deportivos del equipo que, precisamente, son el único pilar sobre el que se sustenta ahora mismo la frágil tranquilidad que reina en el madridismo. La pitada a Rafa Benítez, a los jugadores y al partido en general por la imagen dada ante el PSG este martes han sido un primer aviso de que aun con este panorama (invictos y líderes en Liga y Champions) la paciencia del público exige un cambio a la larga. 

 

La gente no aguantará ese tipo de fútbol indefinidamente. Se trata de un rumbo similar al que dibujó, por ejemplo, Fabio Capello en su segunda etapa al frente del Real Madrid. El italiano logró una Liga recordada por la épica y las remontadas pero el juego fue tan pobre que tuvo que marcharse días después de ganarla. De momento, Florentino no le dará ningún toque a Benítez, pues piensa que el técnico es lo suficientemente inteligente como para ver que así no bastará. Además, si llegan buenos resultados contra el Sevilla y el Barcelona en la próxima semana y media el clima podría estabilizarse mucho más, viendo las cosas desde lo alto de la clasificación y en solitario. Pero quizá después de Navidades sea el momento de actuar... si las cosas no cambian.