La casa de Messi se convierte en el cuartel general del "clan del mate"

Leo Messi lleva una vida muy tranquila en su mansión de Castelldefels, a 20 kilómetros de Barcelona. En su hogar disfruta de todas las comodidades y no necesita salir más que para acudir a la Ciutat Esportiva Joan Gamper con el fin de acelerar su proceso de recuperación. Y las tardes se le hacen largas. Por eso el salón de su casa es el centro de reunión de sus mejores amigos de la plantilla, fundamentalmente Javier Mascherano y Luis Suárez, vecinos de la zona, que se reunen con él para hacerle más llevadera su ausencia de los terrenos de juego. Ya se les conoce a los tres con el apelativo de "El Clan del Mate", por su afición a esa bebida típica sudamericana. Largas conversaciones, chismes del vestuario, la situación de sus respectivos paises, las cosas de sus hijos... Así transcurren plácidamente las tardes en casa de Leo Messi, en las que también hay tiempo para jugar a la PlayStation y ganar, como sucede sobre los terrenos de juego.

Detrás de todo esto está Antonella Rocuzzo, cuyo papel ha sido vital para hacer más llevadera a Leo su inactividad. Ha organizado salidas al cine, al teatro, a cenar... Y también se ha preocupado de llevar a casa a amigos de la familia y argentinos de renombre, como sucedió con Ricardo Darín, un actor por el que Antonella y Leo sienten devoción, que no dudó en atender la llamada de Antonella para compartir un almuerzo y una tarde con Leo Messi, un futbolista que cuenta con la admiración del actor.

Así es la vida de Leo Messi mientras calienta motores. En apenas unos días, su existencia dará un giro radical: entrenamientos, viajes, partidos y más partidos. Messi sueña con la llegada de este momento para dejar atrás las tardes de mate y dedicarse a lo que mejor se le da: marcar goles, ganar partidos y acumular títulos.