La plantilla del Barça tiene en sus manos fulminar a Rafa Benítez
El pesimismo con el que inició la Liga el vestuario del Barça se ha convertido en euforia. Existe pleno convencimiento de que el Madrid puede ser descabalgado de la Liga el 21-N.
Los jugadores del FC Barcelona son conscientes de la importancia que tendrán los 90 minutos del clásico del próximo día 21 en el devenir de la Liga BBVA. Después del deprimente espectacúlo ofrecido por el Real Madrid la pasada semana, primero ante el PSG y luego en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, a nadie se le escapa en el vestuario del Camp Nou que una victoria del Barcelona sobre el Real Madrid la próxima semana podría significar el tiro de gracia para Rafa Benítez, que ni cuenta con el respeto y apoyo de sus propios jugadores, ni con el respaldo de una junta directiva que empieza a pensar que se ha equivocado con su contratación.
La plantilla barcelonista había hecho sus cálculos sobre cómo podría llegar el Barça al clásico en función de un calendario adverso (salidas a San Mamés, el Calderón, Balaidos y Sánchez Pizjuán) y, sobre todo, por la lesión de Leo Messi, que dejaba al equipo sin su líder. Ni el más optimista esperaba llegar al clásico con tres puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Todos, incluido Luis Enrique, habrían firmado llegar empatados al partido decisivo del 21 de noviembre, de manera que el Barça, aún perdiendo, pudiera salir vivo del Bernabéu y dependiendo de sí mismo.
Las cosas han cambiado, sin embargo, tras la confirmación de Neymar como megracrack. La sensación de pesimismo, generada en parte por la imposibilidad de reforzar la plantilla hasta el uno de enero, se ha convertido en euforia. Ya nadie piensa en salir vivo del Bernabéu sino en matar al Real Madrid y dejarlo sumido en una profunda crisis con un resultado contundente. Los jugadores han visto los dos últimos partidos del Real Madrid y están convencidos de que es el peor Madrid de los últimos años, el más vulnerable y el que ofrece más opciones en defensa para despedazarlo.