Zidane cierra la puerta a hacer de técnico puente en el Real Madrid

Florentino Pérez otea el horizonte. El presidente del Real tiene la mosca detrás de la oreja tras los últimos avisos del vestuario -"Con Benítez no vamos a ganar nada", advertía Cristiano Ronaldo al mandatario hace escasos días- que apuntan a una situación de tensión entre las partes que pude ir 'in crescendo' dependiendo del resultado del Clásico en el Santiago Bernabéu: una derrota holgada sería la puntilla para un técnico que tiene al enemigo en casa: el grupo ha perdido la confianza en Rafa que cuenta con salir por la puerta grande del Madrid-Barça para seguir en la pomada.

Una debacle que en el Real no se espera, pero se contempla. Cuentan desde dentro que desde los despachos del Bernabéu se ha sondeado a Zidane como relevo de emergencia para Rafa Benítez si el curso se pusiera para el madrileño más feo que Picio, y la respuesta del francés ha sido contundente: no quiere ser el remiendo de Rafa, ni coger el Madrid a mitad de temporada. El francés ha pasado página a las críticas internas que dudaron de sus capacidades el pasado curso como relevos de Ancelotti tras firmar un año por debajo de las expectativas con el Castilla. El nuevo curso, con el filial en lo más alto de Segunda B, ha tapado la boca a los más desconfiados con las capacidades de un Zinedine que advierte: su predisposición el pasado curso a asumir la responsabilidad de dirigir el primer equipo tras el despido de Carletto era absoluta, ahora, en caso de ser el elegido, exige un proyecto con cara y ojos. No aceptará ser el parche de nadie. Cree tener los galones suficientes como para que la apuesta por su persona no sea por deméritos de terceros y sí por méritos propios. Todo dicho.