La suerte está echada para Martín Montoya. El Inter no quiere conservarlo en su plantilla y lo va a devolver al FC Barcelona después de cinco decepcionantes meses de cesión. Montoya no cuenta para nada en los planes de Roberto Mancini en un Inter que va lanzado a la conquista del scudetto. Pero el problema para Montoya es que Luis Enrique tampoco quiere saber nada de él. Montoya tiene contrato en vigor con el FC Barcelona hasta 2018, aunque el Barcelona intentara ahorrarse dos con la cesión al Inter y la esperanza de que el club neroazzurro se decidiera finalmente a ejercer la opción de compra que tiene sobre él.

Pero Montoya regresará a España en el mercado de invierno. Y no lo hará para jugar en el Barcelona. La secretaría técnica del club azulgrana ya le ha conseguido un destino. Será en San Sebastián, en las filas de la Real Sociedad y a las órdenes de alguien que le conoce muy bien: Eusebio Sacristán. En el equipo guipuzcuano Montoya, otra vez como cedido, espera rehacer su carrera, que ha sido puesta en entredicho en una desgraciada cesión al Inter que, lejos de proyectarle, ha frenado su progresión.