Cuando ratificar a Benítez es señal de desastre: Jaque mate al presidente

Cuando ratificar a Benítez es señal de desastre: Jaque mate al presidente

Por primera vez en sus dos mandatos, Florentino Pérez ha tenido que soportar una pitada y pañolada del Bernabéu en contra de su figura

Parece mentira escribirlo, pero Florentino Pérez vivió en sus propias carnes por primera vez desde que es presidente del Real Madrid una situación de 'peligro' de cara a su cargo el pasado sábado en el Bernabéu. Hasta ahora no existían precedentes tan claros de una manifestación popular por parte del respetable del coliseo madridista de animadversión hacia el mandatario. Pero el 0-4 del Barcelona parece haber sido demasiado duro como para que el hincha lo digiera sin volverse hacia el palco. Ni en 2006, fecha de su primer 'adiós' a la presidencia, Pérez había tenido que soportar una pitada en contra.

 

Y es que en su primera etapa al frente del Real Madrid Florentino no dio opción a que sucediera lo que pasó el pasado sábado. Se marchó del banquillo presidencial antes de que el clima de aquellos tiempos le salpicara demasiado, entonando un 'mea culpa' que encontró la comprensión generalizada del aficionado. "He malcriado a los jugadores" fue su explicación como sentencia de un ambiente que en muchos aspectos recuerda al que se vive ahora, con un vestuario dividido, viciado y sin comulgar con el entrenador, y tras una etapa de múltiples cambios en el banquillo, bandazos deportivos y figuras que iban y venían en la plantilla y en la dirección deportiva. Camacho, García Remón, Sacchi o Benito Floro son algunos de los nombres que fueron pasando fugazmente por distintos cargos hasta que Pérez dijo basta y abandonó el barco.

 

Entonces no dio tiempo. Ahora, sin embargo, el problema del Real Madrid parece haber trascendido ya a Rafa Benítez, un 'títere' más para buena parte de la afición en todo este asunto. La gente no comprende los continuos cambios de estilo en cuanto a los perfiles de entrenador ni el cese de Carlo Ancelotti, un hombre que comulgaba con el gusto del Bernabéu y que se llevaba bien con la plantilla. Tampoco se comprende la política de fichajes, hecha a bandazos y persiguiendo el beneficio publicitario antes que el deportivo, sin un director deportivo experto en la materia que ponga orden.

 

El Real Madrid ratificará a Benítez y le dará plenos poderes para tomar decisiones drásticas en los próximos partidos pero precisamente eso se entenderá como una señal de que el presidente está 'tocado'. Tocado porque sabe que no puede cesarle sólo seis meses después de haberle colocado en el banquillo, porque entonces quedaría más claro aún que ha sido su responsabilidad hacerlo. Y el hecho mismo de tener que salir a la luz pública a ratificarle ya le expone al fuego de la prensa y de la afición. Es, sin duda, la prueba más dura para Florentino en sus más de 11 años de presidencia en dos etapas.