"Ser terceros": Mensaje real en un Atlético 'cojo' que apunta a Jackson

Cuando Simeone y la plantilla hablan de superarse a sí mismos y de no poder competir con Madrid y Barça, hay un mensaje subliminal acompañando el discurso

El Atlético de Madrid ganó por la mínima al Betis en el Benito Villamarín (0-1) con un tanto de Koke, y aprovechó el brutal batacazo del Real Madrid en el Clásico ante el Barcelona para ponerse en segunda posición en la clasificación, lo cual habla de lo fenomenalmente bien que, una vez más, los hombres del Cholo Simeone y el propio técnico argentino están gestionando un grupo muy avanzado con respecto a lo que era el Atlético de hace un lustro, pero todavía a años luz en cuanto a potencial y características de juego y de plantilla. Los rojiblancos afrontan el mes de diciembre, ya cercano, con todas las posibilidades del mundo y en todos los frentes, con una creciente sensación de que de nuevo se abre ante ellos una temporada en la que la posible irregularidad de los dos grandes puede darles opciones.

 

Sin embargo, de igual forma que hicieron en 2014, año de la consecución de un sorprendente y celebradísimo título de Liga, los futbolistas colchoneros no se salen del guión establecido de 'equipo tapado': "Ser terceros es nuestro objetivo. Lo de aspirar a la Liga lo decís vosotros", aseguraba el autor del tanto en Sevilla justo nada más terminar el choque ante las cámaras televisivas. Nadie, en la etapa de Simeone en el banquillo rojiblanco diría nunca que el Atlético aspira a algo, por pequeño que sea; todo discurso relacionado con aspiraciones y no con trabajo y sufrimiento está penado con el ostracismo.

 

Pero lo cierto es que el técnico argentino maneja sus tiempos con la precisión de un reloj suizo. E incluso su propio discurso ante los medios ha ido variando con el paso del tiempo para dejar entrever ciertas concesiones mínimas: "Nuestra meta es superarnos a nosotros mismos", sugería el Cholo en rueda de prensa. Eso significa superar un título de Liga, algo que probablemente este Atlético o cualquier otro a lo largo de su historia tendría bastante difícil de antemano. ¿A qué se refiere, entonces?

 

Se trata de una cuestión de posibilidades. Este Atlético, consideran muchos dentro del equipo, no es igual de poderoso que el de la campaña 2013-2014. Cuenta con un centro del campo más veterano pero tremendamente castigado físicamente, Gabi-Tiago, sin apenas recambios de garantías en el banquillo como para tener un nivel apto para optar a la Liga y sobre todo, con una delantera considerada como de las mejores de la historia de la entidad por calidad y millones gastados, no así por números. Ante el Betis volvió a verse un Atlético de Madrid con escasa pegada y recurriendo a los centrocampistas para marcar, en otra noche aciaga para los Griezmann, Torres y compañía.

 

Con Jackson Martínez como mejor ejemplo del gran problema del equipo esta temporada y una excesiva dependencia de los goles del francés, es precisamente la falta de pólvora lo que marca la diferencia entre este Atlético "aspirante a ser tercero" y el que lo aspiraba también, pero con la boca pequeña, hace dos temporadas. Simeone lo sabía y por eso reclamó otros arietes en lugar del colombiano en verano. Pidió a Cavani y a Reus, sabiendo que la ausencia de Arda condicionaría mucho al equipo y que después de Diego Costa no había vuelto a haber un verdadero referente de área en la plantilla con el problema que ello supone. En un equipo construido para contraatacar y ser directo, no tener un ariete y sí 'finos estilistas' al final acaba pesando.

 

Correa no acaba de explotar como goleador y no es un '9'; Torres ya no da como antaño. Griezmann hace lo que puede y Vietto no se adapta. Hay un problema de pegada que lastra al grupo y provoca pinchazos como el de Astana. Por eso hacen falta fichajes. Se insistirá en Cavani el próximo verano, con el permiso del regreso de Diego Costa. Pero lo que cada día parece más claro es que a Jackson, sobre todo, el hombre que estaba llamado a ser esa garantía de gol que hiciera 'superarse' al equipo en los momentos como estos, se le agota el crédito.