Así llega el Real Madrid a Elche: Lucas Silva y diez más

Carlo Ancelotti señaló el trío de encuentros contra Deportivo de la Coruña, Schalke 04 y Elche como decisivos para saber qué tipo de recta final de temporada afrontaría el Real Madrid tras la derrota en el Vicente Calderón. Sonaba a ultimatum (o reacción ahora, o caída casi definitiva) y, de momento, se llevan ganados dos de tres partidos. Sin brillo, ciertamente. Sobre todo frente a los gallegos. Pero los síntomas de mejoría, que hubo algunos, exhibidos en la exigencia de la Liga de Campeones deben refrendarse este domingo (21:00 horas, Canal+ 1) en el Martínez Valero.

Tanto desde la perspectiva de los puntos, la estrictamente resultadista, como desde el plano estético, se ha entrado ya en una racha de no retorno. Perder puntuación supondría una probable pérdida del liderato en favor del Barça, con el consecuente rebrote de las dudas que llevan acompañando al equipo desde hace casi dos meses. A tenor de la actitud de los futbolistas tras el naufragio contra el Atlético parece que se ha entendido la seriedad de la situación. Esto no quitará, por supuesto, que por mucho que se intente salir concentrado exista el peligro de no tomarse en serio un partido que pertenece a ese selecto grupo de encuentros con un peligro tremendo para la autoestima. Acuérdense de Córdoba, plaza donde se obtuvo una de las victorias más tristes de la temporada con daños colaterales de consideración, roja a Cristiano incluida.

No le valdrá, pues, al madridismo el ver otro encuentro "de funcionario" de su equipo. Tampoco se espera que Ancelotti haga cambios pensando en hacer descansar a nadie. A priori saldrán los mismos once que frente al Schalke, entre otros motivos porque no hay excesivas alternativas que elegir. Sólo la que parece se va a convertir en duda oficialmente eterna (falsa) hasta la llegada de Modric, Lucas Silva o Illarra, y quizás algún cambio en el lateral derecho. Carvajal terminó con los tobillos sangrientos en Gelsenkirchen y el Elche sólo puede asegurar guerra y un campo de minas, terreno delicioso para Arbeloa.

Un Modric, que ha vuelto a entrenarse, pero que parece aún lejos de poder estar para jugar minutos. Se le espera para el clásico del Camp Nou a finales de marzo. Pero algunos tienen la esperanza de que al menos viaje con el equipo. Por lo demás, las cuestiones planteadas por la afición blanca volverán a ser las mismas: Las expectativas de seguir viendo mejorar a Cristiano tras su gol en Alemania, de asistir al despertar de Bale esta temporada y de esperar con ansia el regreso del Madrid de octubre. Por cierto, a quien piense que el choque debería ser un paseo debería recordar el partido de la pasada temporada. Ganó el Madrid 1-2 con un más que polémico penalti marcado por Cristiano en el último minuto del descuento. Que sirva sobre aviso.