James Rodríguez, ofertas de grandes de Europa para pasar página al Madrid

James Rodríguez, ofertas de grandes de Europa para pasar página al Madrid

Clubes del Viejo Continente no pasan por alto el nivel de tensión entre el colmbiano y el técnico

 Calentón. La cara de James Rodríguez era todo un poema al término del encuentro del Santiago Bernabéu. El colombiano no reconoce un ápice de este Madrid. Vive entre conflictos, con un vestuario agitado donde el grupo hace la guerra por su cuenta enfrentado a un Benítez que no cede. La situación del Real está pasando factura a su juego justo en el momento más dulce de su carrera. El cafetero, como Ronaldo, no ha visto potenciada su figura a las órdenes de un Rafa que no está sabiendo sacar lo mejor del futbolista, al contrario: el juego de Rodríguez dista mucho del deseo del entrenador madrileño que apuesta por contención/dureza en la media. La incomodad del colombiano en la caseta, compartida por Marcelo, CR7, Ramos, Benzema, Modric, es 'vox populi'. Y James tiene cartel. Jorge Mendes maneja cantos de sirena de grandes, en concreto PSG y Manchester United.

 

Rodríguez se siente madridista, siente los colores y quiere hacer carrera en el Real. Firmó con el club blanco para marcar una época y optar a lo máximo a nivel de clubes y galardones individuales. Sigue convencido de que no hay una opción mejor para su familia y para él que el Madrid, pero no comulgan con los postulados de Rafa, es más: advierte de otras opciones si el madrileño se perpetúa en el cargo.

 

El agente quiere conocer de primera mano los plantes de Florentino Pérez para el Madrid 2016-17: Rodríguez quiere sentirse y ser protagonista en el Real, triunfar de blanco, pero no cierra la puerta a una alternativa si Benítez no cambia o el actual modelo se perpetúa. La relación técnico/jugador es irrespirable. Las puyas han marcado el día a día. Y ahora Benítez tiene luz verde para decidir el once: Florentino ha devuelto el mando del equipo al técnico tras la debacle frente al Barcelona: no más imposiciones, no más alineaciones para contentar a los despachos. Ver al colombiano en el banquillo en beneficio de Casemiro/Kovacic no será una locura.