¿Por qué el partido del Shakhtar es una final para Rafa Benítez?

¿Por qué el partido del Shakhtar es una final para Rafa Benítez?

Todo el madridismo estará pendiente de un duelo en el que casi lo de menos es lo que se juega el Real Madrid sobre el césped

El Real Madrid juega esta tarde-noche ante el Shakhtar Donetsk en Ucrania, por si a alguien se le ha olvidado. La comparecencia de Florentino Pérez este mismo lunes ratificando en el cargo a Rafa Benítez tras la debacle del Clásico (mala señal, deportiva e institucional) ha eclipsado un partido que si bien no será fundamental para el devenir del Real Madrid esta temporada, sí dará una medida de lo profundas que han sido las heridas blancas tras lo visto el sábado. El madridismo estará más pendiente que nunca por ver qué hará un técnico que para buena parte de la prensa y la afición ya está sentenciado haga lo que haga, pero que dará una muestra de personalidad y papel dentro del club muy interesante con las decisiones que tome a partir de las 20:45 horas.

 

Porque Cada rotación que haga Benítez (anunció varias) será entendida como un 'castigo' hacia el protagonista correspondiente, especialmente si ese protagonista es uno de los futbolistas considerados 'intocables' del equipo y está en el disparadero por varias razones. Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Karim Benzema, Toni Kroos, James, Isco, Danilo... son jugadores que, por uno u otro motivo, están en el punto de mira. Y el de esta noche es uno de esos encuentros que pueden marcar su futuro de aquí al próximo curso.

 

Llegados a este punto, el análisis más certero puede concluir que, haga lo que haga, Rafa Benítez perderá. Porque si decide alinear a los jugadores de 'Play Station' se entenderá como la confirmación de que se mueve presionado por las altas esferas del club, y si decide sentar a los pesos pesados, el mensaje será que mantiene una guerra abierta que acabará perdiendo con el vestuario. Ahora bien, pase lo que pase y juegue quien juegue, lo que Rafa debe tener claro es un aspecto: ganar ante todo.

 

Porque si logra reconducir el equipo en base a un once, sea el que sea, podrá demostrar que dio con la tecla para reconducir el proyecto. Pero si sigue perdiendo demostrará que no tiene el control de la plantilla y para Pérez será imposible aguantarle en el cargo. Evidentemente, si logra empezar a ganar sin los intocables generará una crisis de identidad de otra índole dentro de la plantilla que podría arrastrarle, pero quedará indemne a ojos de la afición, de alguna forma. Sin duda, el choque ante el Shakhtar es una final para él.