El núcleo duro del vestuario se mueve a espaldas de Rafa Benítez

El núcleo duro del vestuario se mueve a espaldas de Rafa Benítez

Los capitostes se movilizan para no perpetuar al técnico en el cargo

Los 'capos' se mueven. El vestuario del Real Madrid ha recibido con pero que mala cara el refuerzo público del presidente a Rafa Benítez. La plantilla sigue mascullando en privado que con el técnico madrileño el año en blanco va a ser una realidad. El grupo perdió la fe en el entrenador desde la primera sesión de trabajo conjunta en la gira. Los métodos de Rafa no convencen a nadie. Los futbolistas no ven la hora de poder salir pitando para casa. Y dudan de la capacidad de reacción para poner orden en un equipo que alucinó con el discurso del técnico posterior a la goleada contra el Barça: ni un reproche a su persona. Nada de autocrítica. Y palos sin cesar a los jugadores.

 

Los movimientos se suceden. En la última semana Ramos/Marcelo/Ronaldo, como ejes vertebradores de los clanes que conforman el vestuario, han mantenido encuentros para coger el toro por los cuernos. En el equipo existe el convencimiento que el rumbo solo puede cambiarse desde dentro: son los jugadores los que deben tomar el control en las operaciones. Por más que Rafa/Florentino se empeñen en imponer un camino, la última palabra la tiene la plantilla: entre estos referentes existe el convencimiento de que si demuestran que la mejora depende de su voluntad y no del método de Rafa, tendrán argumentos sólidos para descabalgar al técnico al final de temporada se haya ganado todo o nada.

 

Porque en el equipo existe el temor de que la dinámica del Madrid se convierta en ganadora y el mérito sea atribuida a Benítez, es por eso que desde el vestuario se ha acordado trasladar un mensaje de unidad a la cúpula con una condición clara: si la plantilla reconduce la situación y el año termina con triunfos, estos no servirán para avalar la continuiadad de Rafa.