El show de Cristiano al término del Madrid-Eibar es la comidilla en el vestuario

El show de Cristiano al término del Madrid-Eibar es la comidilla en el vestuario

La plantilla empieza a estar algo harta de los aires de crack de un jugador que lleva varios partidos sin serlo

Cristiano Ronaldo terminó el encuentro frente al Eibar con cara de pocos amigos. El portugués no celebró la victoria con el equipo, al contrario: cuentan desde dentro que la cara de CR7 fue un poema desde que pisó el vestuario hasta que puso en pie en Madrid-Barajas. Mientras otros miembros de la expedición blanca evidenciaban su alegría por el triunfo, Cristiano no escondió su enfado por firmar, por enésima vez, un partido lejos de las expectativas.

 

Ronaldo tuvo que tirar una vez más desde los once metros para ver puerta tras un encuentro que atestigua los peores registros del jugador en un arranque de blanco. El 1,8% en acierto de tiros de falta -94 lanzados- es tan solo un dato más de que algo, ahora sí, ocurre con CR7. Una realidad que no pasa por alto en el vestuario: el grupo, en su mayoría, ve el bajón de Ronaldo como un problema mayor. El equipo, que vivió del acierto goleador de la estrella la temporada pasada, echa de menos al líder. Al jugador resolutivo. La pacienca se acaba en un grupo que cada vez lleva peor lo aires de crack de un jugador que lleva meses sin serlo. 

 

Cristiano, por su parte, no esconde una frustración que se hace cada vez más evidente, aún así, aseguran desde el vestuario, Ronaldo sigue señalando al disposición de Benítez como el mayor de sus males. Los compañeros del '7' blanco acusan la falta de autocrítica de un futbolista que exige ser el referente del equipo, pero que no está demostrando merecer esos galones en el campo. Privilegios que han dado pie a diferencias en la plantilla que los más críticos no dudan en mencionar. El estatus de Ronaldo se pone, cada ve más, en duda.