Denis Cheryshev tenía enfilado a Rafa Benítez desde el pasado 31 de agosto
Pocos son los que se tragan que al jugador olvidara su sanción con el Villarreal
Denis Cheryshev no seguirá en el Real Madrid. Y no será por lo de Cádiz. En el vestuaio crece el runrún de que varios jugadores, entre ellos Denis, conocían la sanción y callaron para seguir empujando a Rafa Benítez a la puerta de salida. Siembra y recoges.
Las relaciones entre técnico y futbolista están cogidas con pinzas: el trato es casi inexistente. Denis culpa a Rafa de haberle engañada y Rafa a Denis de no estar a la altura para merecer/pelear por más en el Madrid.
El ruso lleva meses mordiéndose la lengua. El jugador fue repescado del Villarreal como valor en alza. Esa fue la promesa que desde el club blanco le hicieron al futbolista para que aceptara el operativo. Rafa Benítez le dio la bienvenida bajo, el dorsal 21 y promesas en la gira por Australia/China de ir entrando en el grupo de forma paulatina pero continuada. Denis, atendiendo las palabras de Rafa, entendió que podía ser importante en el Real, a medio plazo, y de entrada, como revulsivo en partidos trabados.
El problema para el ruso llegó cuando las buenas palabras y mejores intenciones de Benítez se desplomaron partido a partido: de quedar fuera de la convocatoria, al banquillo, y de ahí a disputar minutos residuales en encuentros intrascendentes. El entorno del futbolista habla de detalles "lamentables" del técnico al jugador que han terminado con la paciencia del ruso que año de Eurocopa necesita jugar hasta en los partidillos en Valdebebas.
Cheryshev, que ya había dado órdenes a su agente de buscar alternativas al Madrid antes del cierre de mercado tras intuir en la gira que su papel distaba mucho de lo prometido por Rafa, vivió un antes y un después con Benítez la jorandas del 31 de agosto, último día de mercado, cuando el técnico frenó personalmente su salida del club. Ahora, se negocia un cesión en el mercado de invierno.