Lo que Florentino Pérez sabe (pero no puede contar) del caso Cheryshev

Lo que Florentino Pérez sabe (pero no puede contar) del caso Cheryshev

El presidente del Real Madrid tuvo que ponerse delante de los micrófonos este jueves para protagonizar una 'huída hacia delante'

Florentino Pérez se convirtió en el hombre objeto de conversación en toda España en la tarde-noche de este jueves tras sus explicaciones sobre el incidente ocurrido en el partido de Copa del Rey ante el Cádiz y la más que posible expulsión del Real Madrid de la Copa del Rey por alineación indebida. Una alineación indebida "que no existió" para el presidente blanco, sin duda una reflexión -basada en argumentos sobre la falta de claridad en determinados artículos del reglamento acerca de la forma de notificar las sanciones- que ha generado una enorme polémica por considerarse falta de autocrítica, errónea y vergonzosa por parte de una institución como el club madridista, que lejos de reconocer sus errores 'huye hacia delante'.

 

Y justamente eso es lo que se extrae, en concreto, de la comparecencia de Pérez. Huye hacia delante porque no le queda otra. Porque es la segunda vez en dos semanas que tiene que salir a dar explicaciones ante la prensa después de un bochorno para sus propios socios y aficionados o, al menos, si no quieren que lo califiquemos de esa forma, un asunto que ha generado un tremendo debate y mucho cachondeo hacia el Real Madrid en la prensa mundial. El 0-4 del Clásico contra el Barça provocó que tuviera que ratificar a Rafa Benítez, y ahora esto. Desde finales de la temporada pasada Florentino no gana para disgustos por decisiones y situaciones que, en mayor o menor medida, señalan a la gestión de la junta directiva que él preside: Despedir a Carlo Ancelotti y a Casillas, no fichar a De Gea por errores burocráticos, no convencer al público con juego y resultados del equipo, soportar una plaga de lesiones injustificadas y un caso de chantaje a uno de sus jugadores...

 

Tenga más o menos razón en todos y cada uno de estos capítulos, Florentino Pérez sabe que la imagen y la sensación que va quedando en la sociedad, en el socio y en el aficionado blanco es cada vez de más cabreo con lo que pasa. Su crédito se agota quiera o no y por eso no le queda más remedio que seguir hacia delante sin mirar a los lados. Porque admitir errores sería reconocer que está fracasando, al menos deportivamente. Y eso supondría su tambaleamiento tras casi siete años de presidencia.

 

Florentino, haya o no argumentos para justificar de forma jurídica que el Madrid no debería ser expulsado de la Copa del Rey, sabe que el daño de imagen ya está hecho y que el club cometió un fallo imperdonable. Lo sabe como se dio cuenta el Madrid, desde el mismo instante en el que tras conocer la alineación indebida se apresuró a retirar a Cheryshev del terreno de juego. Y Pérez también sabe que en algún estamento alguien no estuvo bien. Las primeras informaciones apuntan al área deportiva (la poca que existe) y en concreto al director de fútbol, Ramón Martínez, pero eso tampoco puede reconocerlo. Cada vez tiene menos salida. Sólo le queda aguantar, esperar resultados esta campaña y hacer fichajes que ilusionen de nuevo al aficionado.