El mensaje de Deulofeu a Emery recuerda a otra 'quimera' del técnico

Podría convertirse en un nuevo caso de desaprovechamiento de talento por su parte

El mensaje de Deulofeu a Emery recuerda a otra 'quimera' del técnico

Puede que Unai Emery tenga mala suerte con los futbolistas de talento. La exhibición de este jueves de Gerard Deulofeu ante Noruega puso en evidencia el diamante en bruto que el entrenador del Sevilla mantiene apartado de sus alineaciones semana tras semana. Y no es por empecinamiento. De sobra es conocido el historial de faltas de disciplina del joven extremo, que si aún no es una estrella consolidada del fútbol español es en buena parte por su propia culpa.

 

No sólo es por Emery, no. Pero sí podría ser por él si finalmente Deulofeu triunfa como lo hizo con la selección y con su técnico en la Roja, Albert Celades. Al menos, eso es lo que quedará en el tiempo, como en su día quedó el hecho de que el técnico mandase a Isco a tercera división en su etapa en el Valencia y no fuese el responsable de haber sacado a la luz del espectador uno de los futbolistas más queridos de España en la actualidad. En Málaga triunfó y en el Madrid se ha consagrado. Muchos se lo recuerdan ahora al preparador sevillista, que en su día no le vio la profesionalidad necesaria como para jugar en Primera. 

 

Parece que Emery premia antes la disciplina que el talento. Cualidad respetable y entendible pero que puede volverse contra uno. Especialmente si se le acumulan los 'sucesos' parecidos con este tipo de jugadores poco dados a la rectitud pero incontrolables si se les suelta en un campo de fútbol. Infrautilizar a Deulofeu no le está costando victorias ni puntos sobre el césped pero sí que muchos tuerzan la mirada hacia él al observar partidos como el del joven ex canterano del Barça este jueves.

 

Regates, potencia, desequilibrio, controles... El 'show' de Deulofeu fue de los que hacía tiempo que no se le recordaban. ¿Servirá para 'ablandar' a Emery? Habrá que verlo, pero también ver si el chico no vuelve a caer en la apatía profesional tras haber demostrado a todos lo que vale. Una exhibición que también puede volverse contra él.