¿Por qué Zidane no querría (aún) coger las riendas del Real Madrid actual?

Tal y como hemos contado en este medio, la prensa deportiva destaca este miércoles la más que factible posibilidad de que Rafa Benítez sea cesado como entrenador del Real Madrid, en cuyo caso con casi total seguridad Zinedine Zidane sería el hombre que se haría cargo del primer equipo, al menos, hasta el final de la temporada. Una posibilidad que el francés no ve con demasiado buenos ojos, pero que aceptaría por su talante servicial al club.

Zidane, algo que también hemos contado en DB, está inmerso en una gran temporada con el Real Madrid Castilla. El filial merengue marcha con paso firme en su grupo de Segunda División B y a diferencia del año pasado donde no dio la talla, el objetivo y la ilusión de 'Zizou' y sus pupilos es disputar el playoff de ascenso a Segunda y conseguir devolver al equipo a la categoría de plata del fútbol español. Una marca que otorgaría a Zidane su primer logro destacable como entrenador, ideal para seguir escalando en su preparación y experiencia. El francés pudo haberse hecho cargo del banquillo del primer equipo este verano pero entonces el club decidió dejarle una temporada más en el Castilla y confiar la tarea a Rafa Benítez. Por eso, querría partir de cero si tiene que entrenar a los mayores. A partir de junio, no ahora en diciembre o enero.

Pero no sólo se trata del riesgo de colocar a la mayor esperanza de futuro del banquillo del Real Madrid a los pies de los caballos, en mitad de una campaña en la que el equipo tiene opciones de quedarse en blanco. No es ya sólo el hecho de poder 'quemar' al "potencial Guardiola del Real Madrid" antes de tiempo (comparación que muchos madridistas odian, pero que es inevitable). Es que, aparte del problema del entrenador, porque está claro que Rafa Benítez no ha conseguido comulgar con la primera plantilla, está claro también que dentro del equipo hay cuestiones y problemas importantes a resolver.

Asuntos, por ejemplo, como las desconexiones voluntarias de los futbolistas durante determinados ratos de los partidos (como en Villarreal). Problemas como el bajo rendimiento individual de muchos de ellos. El enorme problema de Cristiano Ronaldo y su declive en 2015 no como goleador (que también, en parte), pero sí como jugador desequilibrante. La incógnita de Gareth Bale; El eterno pulso Isco-James y muchas otras cuestiones deportivas y tácticas que requerirían una planificación amplia partiendo desde cero, no en mitad de una temporada. Sería tarea de Zidane decidir descartes, tocar líneas del equipo y proponer refuerzos, algo que ahora mismo no podría hacer.