Las 10 cosas que debes saber antes de terminar 2015: EL TRIPLETE DEL BARÇA

En enero el FC Barcelona amenazaba ruina. En diciembre se muestra como un club envidiable y con un equipo imparable.

Las 10 cosas que debes saber antes de terminar 2015: EL TRIPLETE DEL BARÇA

2015 ha servido para apuntalar la hegemonía del FC Barcelona en el fútbol nacional e internacional. Pep Guardiola dejó el listón muy alto con el primer triplete en la historia del club que luego acompañó con un sextete. Luis Enrique, en su primer año como técnico del Barcelona, ha confirmado que, teniendo buenos futbolistas, nada es imposible. Ni siquiera igualar las gestar del mítico Pep.

 

El Barça ha logrado el 2015 el triplete, el segundo de su historia, una hazaña que jamás ha conseguido, por ejemplo, el Real Madrid. Y la gesta ha llegado en un año que estaba llamado a ser el del caos, el desastre y la ruina del FC Barcelona. El año empezó con una derrota dolorosa en Anoeta que enfrentó a Luis Enrique con Messi por la decisión del técnico de dejarle en el banquillo tras su llegada de las vacaciones de Navidad. Un auténtico terremoto se originó en los mismos cimientos del Camp Nou. La situación parecía irreconducible: o se va Messi o se va Luis Enrique. No hay más. Pero hubo más. Josep Maria Bartomeu decidió que el que debía irse era él y convocó elecciones en junio para pacificar el ambiente. El entorno se calmó y Luis Enrique y Leo Messi hicieron gala de una profesionalidad encomiable reconduciendo sus diferencias en beneficio del colectivo.

 

Y el Real Madrid, que venía de ganarlo casi todo en 2014 y que parecía llamado a arrasar en 2015, se quedó sin gasolina en la primavera, Cristiano Ronaldo montó su fiesta de cumpleaños, la del "gracias Kevin Roldán, contigo empezó todo", horas después de perder 4-0 en el Calderón y el Barça voló hacia la Liga. Y hacia la Copa y hacia la Champions League. Luis Suárez acabó de entrar en el engranaje de Luis Enrique, Neymar mantuvo la progresión ascendente que le ha llevado a ser finalista del Balón de Oro, y Messi, a quien más de uno daba por acabado, recobró su mejor versión con partidos y goles memorables en momentos importantes, como en la final de Copa ante el Athletic o la final de Berlín frente a la Juve.

 

El Barça ganó el triplete y Bartomeu, por quien nadie daba un duro en enero, venció en las elecciones de junio y borró de un plumazo la amenaza del laportismo. Luego llegaron la Supercopa de Europa ante el Sevilla y el Mundial de clubs frente a River en la final. Sólo un lunar en todo el año, la Supercopa de España frente al Athletic que el equipo se tomó como un partido más veraniego de preparación. Lo importante para el FC Barcelona de 2015 es que lo acaba dejando muy buenas sensaciones de cara a 2016, año en el que se cumple la sanción impuesta por la UEFA al club prohibiéndole realizar fichajes, lo que permite a Luis Enrique poder disponer de Arda Turan y Aleix Vidal a la espera de ese delantero que reclama y que el presidente no le quiere dar porque la tesorería del club no está para alegrías a la espera de firmar la renovación del acuerdo con Qatar y Nike en condiciones más ventajosas.

 

2015 también ha sido un año convulso a nivel de juzgados. Al margen de la sanción de la FIFA por las irregularidades cometidas con la cantera y los castigos de la UEFA por la exhibición de banderas independentistas en la grada, el club se ha visto envuelto en diversos procesos judiciales derivados de la contratación de Neymar, caso por el que la Audiencia nacional siente debilidad, así como en los temas relacionados con Messi y Mascherano por presunto delito fiscal.

 

Para 2016 se espera más calma social a nivel de juzgados y la confirmación de la hegemonía de este equipo que no muestra síntomas de debilidad en parte gracias al poder goleador de Messi, Neymar y Suárez. El objetivo de Bartomeu es sacar a Luis Enrique de la cabeza la idea de los fichajes y ofrecerle a cambio la continuidad de todos sus cracks, dándole a entender que, aunque no haya nuevos refuerzos, ningún entrenador del mundo tiene el privilegio de disponer de tantos cracks en tan pocos metros cuadrados.