Los mensajes cruzados entre Benítez y la plantilla tras el partido de Mestalla

Hubo opiniones bastante interesantes de todos los protagonistas en rueda de prensa y en la zona mixta

Los mensajes cruzados entre Benítez y la plantilla tras el partido de Mestalla

Tras el empate a dos tantos entre el Valencia y el Real Madrid en Mestalla, Sergio Ramos fue el primer hombre de blanco en dar la cara ante las cámaras de televisión. El equipo merengue había vuelto a desaprovechar una oportunidad de recortar distancias con el Barcelona en la clasificación de la Liga, pero el capitán del Madrid no quiso echar leña al fuego sino respaldar a su entrenador en público, en la noche en la que más en el aire estaba su futuro: "Yo creo que sí, esté el entrenador que esté siempre tendrá la confianza de sus jugadores. Creo que no es decisión de Marcelo, de Pepe ni mía. Nosotros tenemos que apoyar al entrenador que esté. Cuando se cambia un entrenador es porque no se está bien. Son decisiones que tienen que tomar otros. Nosotros debemos estar con él".

 

Los mensajes entre Ramos y Benítez fueron algo constante en los primeros meses de relación entre ambos en el club, algo que ahora ha menguado bastante. Aunque quizás se echó en falta alguna declaración más contundente si lo que se pretendía era salvar la cabeza del técnico. Aún más escéptico fue el propio Marcelo: "Como capitán yo digo que estamos con el míster pero las decisiones no las tomamos los jugadores. Vamos a seguir dando la cara para seguir dando esta imagen. No sé. Esa pregunta hay que hacérsela al presidente. Nosotros hemos intentado ganar como sea. La verdad es que es difícil porque puede haber cambios y que sea para bien bien y se puede no cambiar y que vaya bien".

 

Por su parte, Benítez siguió con su estrategia de las últimas semanas de tratar de ganarse a la plantilla: "Los diez minutos en los que no tenemos el control en la primera parte no pueden empañar los otros 35. Y luego encajar un gol cuando has hecho un esfuerzo para hacer el segundo, pues no sabes si es mérito del rival o un fallo de concentración. Pero elogiar el trabajo que han hecho los jugadores".

 

Así pues, está bastante claro que la pelota queda en el tejado del club, que deberá decidir en las próximas horas. Pero el escepticismo de la plantilla refleja claramente una situación de difícil marcha atrás.