Los peligros de la apuesta por Zinedine Zidane que callan en el Real Madrid

El hecho de darle el mando del primer equipo al francés no está exento de múltiples dudas

Los peligros de la apuesta por Zinedine Zidane que callan en el Real Madrid

Apostar por Zinedine Zidane como relevo de Rafa Benítez al frente del Real Madrid no está exento de peligros. En la cúpula de la entidad madridista, de hecho, hay muchas dudas en torno a la figura del francés, que ya sonó como posible sustituto de Carlo Ancelotti en mayo del año pasado.

 

A al hora de la verdad, con Ancelotti haciendo la maleta, la opción Zidane se frenó.  Los avisos que llegaron entonces desde el filial del Real Madrid, el Castilla, son los mismos que estas voces autorizadas recuerdan ahora.

 

Zidane, recuerdan, no fue capaz de imprimir a los chavales un modelo. No hay esquema, advierten. El galo está verde. El Castilla aún hoy no sabe a lo que juega. Ni quién quiere ser de mayor. No se recuerda al equipo por su gran juego, y eso que talento hay en la plantilla. Del vestuario, además, van saliendo rumores de problemas importantes: falta de disciplina y enfados internos por la dirección del plantel.

 

La temporada pasada, en lo deportivo, ya se habló de fracaso sin excusas en los campos de Valdebebas. El ascenso a Segunda A se daba por hecho en algunos tramos de la temporada. Empezó muy mal, en invierno tomó una buena senda y se acercó al ascenso pero terminó enfangado y muy lejos de sus metas. La entrada de Ödegaard en invierno aglutinó las complicaciones del vestuario por lo mediático del noruego, pero también tapó dramas de fondo que apuntan a al falta de mano dura de Zidane con algunos futbolistas que han hecho la guerra por su cuenta.

 

Además, varias voces de la plantilla no se callan al hablar de los privilegios hacia Enzo Zidane, el hijo del técnico. Los chicos señalan que ha tenido más oportunidades de las que exigía su calidad y que eso ha podido bloquear algún talento mayor.



En descargo de 'Zizou' una frase repetida por el mismo hasta la saciedad: “Haber sido un buen jugador no te hace un gran técnico”. En la cúpula coinciden: dar el mando del primer equipo al galo, quien siempre ha insistido en que prefería tomarlo desde la pretemporada en lugar de con la campaña empezada, puede ser una temeridad.