El primer problema interno que quita el sueño a Zidane en el Real Madrid
El francés lleva dos sesiones de trabajo con los futbolistas y debe hacer calar su mensaje en el vestuario
"Ilusión" y "cuento con todos". Ese es el mensaje fundamental que Zinedine Zidane intentó lanzar a los futbolistas en su primera rueda de prensa oficial como entrenador del Real Madrid. El francés, que siempre ha sido parco en palabras desde que era jugador, parece que intentará ser sincero con los medios para evitar complicaciones, y cuando toque no decir algo, saldrá por la tangente. Justo lo que hacía Carlo Ancelotti. "Mano blanda". Sin embargo, esa sinceridad suya le llevó a confirmar un mensaje que puede ser peligroso para la plantilla: "Mi idea es jugar con la BBC".
Afirmar públicamente que en condiciones normales, Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo jugarán siempre que estén disponibles para hacerlo supone decirle al resto de sus compañeros de ataque que lo tendrán muy complicado para entrar como titulares en las alineaciones, un movimiento quizás demasiado arriesgado para un técnico que acaba de empezar y que en la misma comparecencia aseguró que toda la plantilla será importante para él. Aunque los chicos sepan que no todos parten de cero.
Por tanto, el primer problema que se le presenta a 'Zizou' es convencer al resto de futbolistas 'conectados' de alguna manera con la BBC que también serán importantes, y que no estarán tan defenestrados como con Rafa Benítez. Empezando por Jesé, jugador al que Zidane siempre 'apadrinó' para intentar que llegase al primer equipo, y siguiendo por Isco y James, los dos grandes damnificados del sistema 4-3-3 que el Madrid se autoimpone a pesar de sus peligros para dar cabida a CR7, Benzema y Bale. Colombiano y malagueño serán también muy importantes, en palabras del entrenador, y desde luego deben serlo si el Madrid no quiere tener problemas para retenerles la próxima temporada. Sobre todo a Isco, que en las últimas semanas ha recibido más de una llamada de la Premier.
Zidane sabe que debe mantener un equilibrio en el once que permita al Real Madrid no sufrir tanto sin balón como hasta ahora. Tanto con Ancelotti como con Benítez (mucho más con el madrileño) el gran punto débil del equipo era el repliegue defensivo y la falta de presión alta sin pelota de por medio, lo cual hacía que el equipo defendiese mal, encajase goles y se partiese por momentos, con los tres delanteros muy separados de la línea defensiva y del centro del campo. Tanto introducir a un mediocentro defensivo como podría ser Casemiro, como quitar a Modric o Kroos generará polémica, y el concurso de Isco y James juntos sigue siendo prácticamente imposible. Mano izquierda, rotaciones y un convencimiento a todos de que deben correr para defender sin balón son las únicas alternativas.