Se avecina una guerra (por orgullo) entre Rafa Benítez y el Real Madrid

Poco a poco van saliendo a la luz detalles del proceso que culminó con el cese del entrenador madrileño

Se avecina una guerra (por orgullo) entre Rafa Benítez y el Real Madrid

En estos momentos, Rafa Benítez ya descansa junto a su familia recluido en su 'búnker', su casa de Inglaterra alejada de la polémica y de la prensa. Sus últimas horas han sido tan desagradables como decepcionantes. Sobre todo con el Real Madrid como institución, un club alejado del que él conoció y en donde trabajó durante sus primeros tiempos como entrenador, según han contado medios como El Confidencial estos días. Y poco a poco vamos conociendo aspectos del desencuentro que el preparador mantuvo -a distancia, pues ni se despidió de nadie ni tampoco se vio las caras con nadie- en sus últimos momentos como entrenador del Real Madrid.

 

Un desencuentro que, como hemos venido diciendo, se gestó desde la falta de transparencia. Benítez se enteró de su despido y de la llegada de Zidane por la prensa, antes de que a él mismo se le comunicase nada. Por eso, después, cuando recibió la llamada de José Ángel Sánchez para ser citado a la reunión personal en la que se gestaría su 'decapitación' sólo días después de que se le ratificara en el cargo y se le definiese como "la solución" y "no el problema" del equipo, declinó ir. Su única reacción tras ser despedido fue esa carta publicada en las redes sociales, en la que se dejan entrever mensajes subliminales más allá de su gentileza característica.

 

Ahora bien: Benítez tendrá que vérselas con el Real Madrid de nuevo tarde o temprano porque toca rescindir su contrato, y aquí puede venir un lío con mayúsculas. Por contrato, parece ser que sólo percibiría una cantidad correspondiente a su primer año y una indemnización, pero no el resto del dinero hasta los tres años que firmó en su día. En un inicio el técnico no iba a reclamar más, pero algunas fuentes sostienen ahora que debido a las formas va a pedir que se le pague de forma íntegra el contrato.

 

Esto puede llevar a ambas partes a enfrentarse, en cuyo caso, quizás esa gentileza forzada que Benítez mostró el pasado martes al despedirse por carta se transforme. No son pocos los que reclaman que el entrenador hable y cuente qué piensa de todo lo que sucede dentro del club, justo eso que ni él ni casi ningún técnico suele confesar una vez son despedidos de la entidad merengue. Lo más normal es que no lo haga, pero si reclama dinero podríamos asistir a un proceso largo y tedioso, desagradable para el madridismo.