El peligro (real) que se cierne sobre el revitalizado vestuario del Real Madrid

Todo son buenas sensaciones tras el partido ante el Depor, pero el choque dejó evidencias sobre lo que ocurría con el equipo

El peligro (real) que se cierne sobre el revitalizado vestuario del Real Madrid

El 5-0 del Real Madrid al Deportivo de la Coruña este sábado en el Bernabéu, en el estreno de Zinedine Zidane como entrenador merengue tras la destitución de Rafa Benítez hace ahora justo una semana ha vuelto a despertar la ilusión entre el madridismo. La sonora ovación que se llevó el francés, que ha cumplido el ciclo y ha pasado de ser un icono de la afición blanca como futbolista y leyenda sobre el césped a técnico de futuro refleja muy bien el cambio que ha supuesto la marcha de Rafa Benítez y la llegada del galo: el renacer de las ganas por ver buen fútbol y de animar al equipo tras una temporada en la que el fútbol visto en el coliseo blanco había provocado una enorme apatía entre el respetable. Hubo más aplausos contra el Depor que en toda la campaña hasta ahora.

 

De ello se contagiaron los jugadores, que sin hacer un partido excepcional pasaron por encima del que, hasta el sábado, había sido el mejor visitante de la Liga, el conjunto que menos partidos había perdido fuera de casa de toda la Primera División. Más rapidez en la circulación, muchas más ganas y actitud a la hora de presionar y defender y un planteamiento más ofensivo bastaron para levantar de sus asientos a un público aletargado por el aburrimiento de la era Benítez. Pero precisamente este cambio en sólo cinco días ha provocado análisis post partido muy peligrosos, sobre todo para la institución y para el vestuario merengue.

 

Y es que, sin el ánimo de querer hacer 'sangre' de un momento que evidentemente es dulce para el madridismo, parece bastante claro visto lo visto que, en mayor o menor medida, el problema del Real Madrid se llamaba Rafa Benítez. Pero no sólo por el técnico madrileño sino por la actitud apática y poco comprometida que, a través de sus excesivamente metódidos planteamientos, el ex entrenador había venido inculcando a los jugadores. ¿Podría decirse que el vestuario le ha hecho la cama a Benítez? Muchos lo pensarán, otros no tanto. Pero quizás de forma inconsciente ellos mismos se han ido 'dejando'... hasta ahora.

 

Tanto Luka Modric como Isco Alarcón, dos futbolistas creativos y muy damnificados por el estilo de juego que Benítez pretendía implantar en el Real Madrid, fueron bastante claros a la hora de reconocer que el cambio les ha venido bien: "Lo siento por él", decía el croata. "volver a disfrutar del fútbol", aseguraba el malagueño en redes sociales. Después tuvo que aclarar sus propias palabras. La situación deja en muy buen lugar a 'Zizou' y salva a los futbolistas, que sin embargo ya no tendrán ningún parapeto si las cosas vuelven a torcerse. Ya fueron criticados por parte del público esta temporada y saben que si hay problemas de nuevo prácticamente nadie cargará contra el entrenador. Este es el gran peligro de ahora en adelante hasta el final de temporada.