La sonrojante historia de Odegaard 365 días después de llegar al Real Madrid

Definitivamente, el Madrid no sabe si denominar "problema" o "ilusión a Martin Odegaard. El nórdico despertó unas expectativas bastante grandes a finales de 2014, cuando se confirmó su fichaje y su llegada al Castilla, y desde luego se convirtió en una de las contrataciones de mayor seguimiento nacional e internacional hablando de un futbolista para el equipo filial del Real Madrid. Odegaard, por el que media Europa se había peleado durante meses, era y es una de las más firmes promesas del fútbol europeo y un chico precoz, internacional desde que era un niño con la absoluta de su país, donde ya es una estrella.

Sin embargo, y pese a que se preveía que su adaptación a un fútbol de élite y de muchísima más exigencia como el español iba a ser muy dura, lo cierto es que apenas se ha visto al Odegaard que se esperaba tras un año en el Real Madrid. Es cierto que las circunstancias no han ayudado a su fútbol, estilista y de toque y creación, inmerso en una categoría dura y para 'gladiadores' como la Segunda B. Pero en privado la sensación en la entidad es que se esperaba mucho más del chaval.

Además, el aspecto extradeportivo del noruego tampoco ha terminado de gustar nunca al Madrid. No entienden que con sólo 17 años (16 cuando aterrizó en España) el jugador fuese tan reticente a entrenarse día a día con quienes, al fin y al cabo, iban a ser sus compañeros, aquellos con quien iba a compartir más horas de fútbol y en quienes debía apoyarse para mejorar su juego. En lugar de ello rehúye cada vez que puede del Castilla para trabajar junto a la primera plantilla, algo que incluso reclamó su entorno por contrato.

La sensación es que Odegaard se ha estancado y que su progresión no está siendo la que se esperaba. Pero al mismo tiempo sigue siendo tremendamente joven, y lo peor para el club sería que ese mensaje se transmitiera a la 'legión' de candidatos que, ventana de mercado tras ventana de mercado, suspiran por conseguir una cesión. Clubs como el Getafe o el Rayo ya lo han hecho varias veces, y no sería extraño que el Madrid decidiese finalmente optar por dejar salir a un chico que, además, ha tardado en hacer 'migas' con sus compañeros en el filial debido a su rol de pequeña estrella, algo que sus homólogos en el Castilla nunca han llevado bien.