Zidane coge el toro por los cuernos: Veta los 'vicios' del vestuario

El francés no va a permitir que nadie más que él se inmiscuya en los asuntos con los jugadores

Zidane coge el toro por los cuernos: Veta los 'vicios' del vestuario

De puertas para fuera, correcto y tímido, pero en privado, un auténtico jefe y líder. Así es como se está describiendo a un Zinedine Zidane que cumple casi dos semanas al frente del primer equipo del Real Madrid, y que este fin de semana afronta su segundo compromiso oficial desde el banquillo merengue, otra vez en el Bernabéu y ante el Sporting de Gijón. Un nuevo choque a priori asequible para los blancos, en el que el francés espera que se vayan asentando los conceptos que ha venido trabajando durante todos estos días con la plantilla para asumir con garantías los retos que vienen... y que serán mucho más exigentes. Para el equipo y para él mismo.

 

Sin embargo, estos primeros tiempos de acercamiento hacia unos futbolistas que el galo ya conocía de sobra tras su año como segundo de Carlo Ancelotti también están sirviendo para que los propios jugadores vayan retomando la "normalidad" de trabajo tras una primera mitad de temporada convulsa. Y con esto nos referimos al 'descontrol' y a la falta de ilusión que existía con Rafa Benítez al mando de la nave. Los métodos del entrenador madrileño y sus obsesiones tácticas y excesiva disciplina provocaron un efecto contrario a lo que se pretendía: descentrar al vestuario y hacer que se 'abandonase' por momentos, algo que Zidane está tratando de arreglar.

 

Parece mentira, pero si Benítez llegó precisamente para cortar 'malos vicios' en una plantilla supuestamente malcriada con Carlo Ancelotti, la fórmula provocó efectos adversos en Valdebebas, que fue testigo de cosas que no habían sucedido antes en estos últimos tiempos. Los constantes viajes de Cristiano Ronaldo a Marruecos por temas de ocio o el 'numerito' de James Rodríguez llegando a la ciudad deportiva madridista perseguido por la policía a 200 kilómetros por hora son el mejor ejemplo del desmadre que imperaba. Estos dos son buenos ejemplos de las manías que ahora 'Zizou' se está encargando de eliminar, siendo comprensivo con los futbolistas pero también imponiéndoles disciplina, según cuentan medios como El Confidencial estos días.

 

Además, el francés le habría pedido tanto al presidente como a todos en el club que le dejen empatizar con la plantilla a él solo. Los futbolistas le ven todavía como a un ídolo, un icono casi más futbolista que entrenador, a quien sí harán caso. "Él habla y nosotros escuchamos", ejemplificaba Luka Modric en la pasada Gala del Balón de Oro. Por eso, Zidane no quiere que nadie se entrometa en su labor de 'sanar' al vestuario. Más allá de resultados, los duelos clave de la temporada contra rivales de empatía determinarán si ese nivel de concentración que se ha propuesto recuperar darán como para ganar algún título esta temporada, condición fundamental para que continúe en el banquillo en la 2016-2017.