Qatar competirá contra el Barça patrocinando a un grande de Europa

Complicado. A día de hoy, Qatar le ha cerrado las puertas al Barça para renovar el contrato que expira el próximo 30 de junio. Hasta esa fecha, el presidente Josep María Bartomeu y Manel Arroyo, vicepresidente del área de marketing y comunicación, tienen tiempo para dar la vuelta a la situación. No será sencillo. Los árabes se hartaron de las exigencias azulgranas y estos perdieron el mando de la operación cuando parecía estar todo acordado. Si pedir dinero siempre fue complicado, exigirlo conlleva un riesgo que puede abocar al fracaso. Desde 2010 y hasta junio de este año, en el Camp Nou ingresaron regularmente 33 millones por curso. Por entonces, el contrato firmado con QSI (Qatar Sports Investments) fue considerado como “sensacional”, pero está ya desfasado.

Mientras el entorno del FC Barcelona ha cuestionado agriamente la conveniencia de que la camiseta del primer equipo lleve impresa el nombre de una empresa relacionada con Qatar, por atribuirle a este país determinados actos que incluso guardan relación con el terrorismo islámico, los responsables del gobierno qatarí han estado esperando una respuesta contundente de Josep Maria Bartomeu defendiendo su buen nombre. Pero ésta no ha llegado y, además, en las condiciones de la renegociación del contrato de esponsorización que liga a ambas partes no sólo se ha producido un aumento en las cantidades (de 35 a 65 millones) sino que incluso se limita la presencia de Qatar Airways eliminándola de la camiseta de entrenamiento.

En Qatar se han cansado, han dicho basta y han decidido que no deben estar en donde no se les quiere bien y no se aprecia el valor de su aportación económica. Por eso han dado un giro a sus intereses en Europa, y en el fútbol europeo, y centrarán todos sus esfuerzos en potenciar al Paris Saint-Germain, un club que busca hacerse un hueco entre los grandes del fútbol europeo con capital qatarí. Desde Qatar se han propuesto prestar todo su apoyo al club parisino, presidido por Nasser Al-Khelaifi, hasta el punto de patrocinar su camiseta a cambio de las cifras que exigía el FC Barcelona y que ya no percibirá... a no ser que encuentre otro patrocinador de ese nivel, cosa harto improbable.