Los detalles de los informes médicos sobre Bale reflejan una verdad incómoda

La nueva lesión de Gareth Bale en el sóleo, esta vez de su pierna derecha y no de la izquierda, donde se ha lastimado hasta en cinco ocasiones más la misma zona, vuelve a dejar al gales "seco" justo cuando había conseguido recuperar su mejor versión en el Real Madrid después de más de un año de dudas sobre su juego y su valía dentro del equipo blanco y del fútbol español. A cuentagotas con Benítez y de forma explosiva con Zidane, Bale se había soltado en los dos últimos choques en el Bernabéu haciendo gala otra vez de su velocidad, su potencia y su capacidad goleadora, algo que ahora queda cortado a la espera de ver cómo regresa dentro de entre dos y tres semanas, quizás cuatro, justo para el primer partido ante la Roma en el regreso de la Champions League.

Pero, además de dejar KO al que estaba siendo probablemente el mejor futbolista de la de momento corta etapa de Zidane al frente del equipo, la lesión de Bale vuelve a poner encima de la mesa un debate polémico dentro del Real Madrid: los tratamientos y las decisiones de su cuerpo médico, encabezado por el apodado "doctor estiramientos", Jesús Olmo. Los compañeros de 'vozpopuli' desvelan este martes que a Bale se le advirtió que se rompería más veces si no aplicaba un tratamiento cuyo objetivo era fortalecer la zona lumbar para recuperar la tan mencionada "protrusión", problema crónico que el extremo de Cardiff lleva arrastrando en esa zona durante muchísimo tiempo, y que origina sus lesiones en el sóleo.

¿Quién estaba encargado de ese tratamiento y lo recomendaba? Pedro Chueca, fisioterapeuta despedido tras el advenimiento de Olmo como jefe médico blanco a instancias del club, que aplicó tratamientos diferentes. Los resultados saltan a la vista a tenor de las recaídas del jugador en los últimos 365 días.

Un nuevo episodio de otro frente que el vestuario mantiene abierto con la directiva desde hace tiempo, y del cual ya se advirtió que habría noticias una vez que termine la temporada. "Entonces será momento de hablar", dijo hace algunas semanas Sergio Ramos como capitán de la plantilla en una clara advertencia a las altas esferas del club. No quieren al doctor Olmo, que sin embargo sigue contando con el beneplácito de la entidad.