Por qué el club más rico del mundo no puede pagar 18 millones por Nolito
Lo que impide a Bartomeu endeudarse con nuevos fichajes y mejorando el contrato de Neymar.
El FC Barcelona está considerado, junto al Real Madrid, como el club más poderoso del mundo. Su presupuesto supera con creces los 600 millones de euros anuales y la fuerza de su imagen y el apoyo de su numerosísima masal social le permiten reunir en su plantilla a los mejores futbolistas del mundo, que también son los mejor pagados del planeta. En este escenario admitido por todo el mundo, los aficionados no acaban de entender que el club azulgrana no pueda permitirse en este momento un fichaje modesto, de 18 millones de euros, como es el de Nolito.
La explicación es sencilla. El Barça no puede incrementar el coste de su plantilla mientras no sea capaz de obtener nuevas fuentes de ingresos que rebajen el índice salarial de su plantilla respecto al presupuesto global. Así lo marcan las nuevas normas del Fair Play Financiero impuestas por la UEFA y también un apartado añadido por Sandro Rosell en los nuevos estatutos del club según el cual una junta directiva debería dimitir de manera fulminante si encadena dos ejercicios consecutivos con un ratio negativo en la proporción del coste de la plantilla respecto a los ingresos totales recogidos con el EBITDA. La pasada temporada el ratio debió ser de 2,5 y se saldó el ejercicio muy por encima, con un 3,2. Para este año es obligatorio compensar ese desfase dejando el ratio por debajo de 2,20.
En estas circunstancias el club se ve obligado en materia económica a plantearse dos objetivos: limitar el gasto de su plantilla (fichajes, aumentos salariales, etc.) y aumentar los ingresos. Tan importante es una cosa como la otra, aunque también es cierto que si la actual directiva consiguiera rentabilizar la actual marca de un equipo campeón de todo, que da espectáculo y que tiene en sus filas a los jugadores más mediáticos del mundo, el club podría ingresar mucho más de lo que ingresa y permitirse licencias como la de dar a Neymar lo que pide o fichar a Nolito y a quien haga falta. Si eso no es posible en este momento es porque el club está encallado en la tarea de generar nuevos ingresos. A la espera de la renovación al alza del contrato de Nike, Qatar es el clavo ardiendo al que se agarra Bartomeu. Ha enviado allí a su vicepresidente Arroyo para volver con la renovación del acuerdo en el bolsillo aún asumiendo las condiciones a la baja impuestas desde Qatar. En este momento el Barça no puede renunciar a Qatar si desea satisfacer a su entrenador con el fichaje de Nolito, que aún es posible, y renovando al alza a sus principales estrellas.