El pique de dos jugadores que tiene revolucionado al vestuario del Barça
La competencia por los goles abre un desafio en la plantilla barcelonista.
Aunque la situación de la tabla de goleadores de la Liga BBVA indique que Luis Suárez y Cristiano Ronaldo son los principales candidatos a hacerse con el pichichi (ambos encabezan la lista empatados a 19 goles), y aunque Benzema y Neymar parecen también los outsiders más importantes para luchar por este galardón, lo cierto es que Luis Suárez no las tiene todas consigo desde que Leo Messi le hizo una revelación en una de sus frecuentas veladas compartidas con sus parejas.
Messi, entre broma y broma, le advirtió al crack uruguayo que se había propuesto volver a ganar el pichichi, aunque su juego se mueva ahora en otra dimensión más alejada del marco contrario. Sin embargo, las estadísticas que ha firmado Leo Messi tras superar su última lesión y reaparecer en el Bernabéu, dan pie a pensar que en unas pocas jornadas su nombre podría aparecer en el listado de los primeros clasificados en el ranking del pichichi luchando por un objetivo que parecía ya olvidado en su trayectoria.
Messi ha disputado 16 partidos desde el Clásico que supuso su reaparición el 21 de noviembre. Desde entonces ha marcado 15 goles. Es decir, un promedio de casi uno por partido que le coloca al nivel de sus mejores registros como goleador. Desde que Leo ha vuelto al equipo, Neymar ha marcado casi las mitad de goles (8), aunque Suárez ha firmado dos más (17). Messi ha participado en 22 de los goles del Barça en estos 16 partidos, aportando siete asistencias a sus compañeros.
Son cifras de fenómeno paranormal. Luis Suárez está avisado: Messi va a por él. Se lo dijo entre risa y risa, pero el rendimiento del argentino augura que habrá que contar con él en el pichichi. Ahora mismo, con 12 goles, Messi está a siete de su compañero, que sabe mejor que nadie que siete goles no son nada si Leo se mete entre ceja y ceja que tiene que ganar el pichichi. Y mientras Messi y Suárez dirimen sus diferencias, el resto de la plantilla asiste embobada a su duelo de colosos. Seguramente está en juego una cena con las señoras.