Problema en el Granada: Jóvenes Aunque Sobradamente Incapaces
Quique Pina reconoce errores en la concepción defensiva del Granada
Con los ánimos muy calientes, en Granada se vive de forma inquietante la trayectoria del equipo. En estos momentos hay pesimismo por la clasificación de los rojiblancos, y las críticas aumentan hacia todos los protagonistas en este proyecto fallido, no siendo José Ramon Sandoval el único señalado por los aficionados. El supervisor de esta plantilla, como de las últimas, es Quique Pina, que ejerce de presidente y es la persona que trata de manera directa con los dueños del club, la familia Pozzo, también gestores de otros clubs como, por ejemplo, el exitoso Watford de Quique Sánchez Flores.
Que la plantilla inicial para esta campaña del Granada no era la ideal quedó comprobado el mes pasado, cuando Quique Pina dio seis bajas y firmó media docena de refuerzos. Lo que más sorprendió a nivel interno, entre los técnicos que trabajan con el primer equipo, es que entre esos fichajes sólo figuraba un defensa, Ricardo Costa, cuando era la retaguardia la línea más necesitada de efectivos. El veterano portugués, de 34 años, es una solución por su experiencia en Alemania, Francia, Grecia… y por su conocimiento de la Liga dado su paso por el Valencia, pero es a todas luces insuficiente para blindar un sistema defensivo que hace agua.
A personas de su entorno más cercado, Quique Pina ha reconocido errores en la concepción de la actual plantilla a nivel defensivo. Se dejó la responsabilidad de proteger el área propia en mano de un grupo de jóvenes que no han estado, por unas causas u otras, a la altura de la Primera División. Foulquier (22 años), Biraghi (23) y Dória (21) han demostrado incapacidad para asegurar la permanencia del Granada en Primera siendo un muro para las delanteras rivales, y los tres tienen asegurada su salida del equipo. El brasileño Dória al Olympique de Marsella porque está cedido, al igual que el italiano Biraghi, en este caso por el Inter de Milán, mientras que para el francés Foulquier se buscará una solución en el mercado de su país.