Los comentarios de Zidane sobre la Liga alucinan al vestuario del Real Madrid
El técnico francés intenta hacer que el equipo no se desconecte de la competición doméstica por una razón evidente.
Después del empate del Real Madrid en Málaga este domingo (1-1), Zinedine Zidane tuvo que afrontar una de sus ruedas de prensa más duras desde que es entrenador blanco. La igualada en el Villamarín supuso su primer pinchazo como técnico merengue pero al ser su primera salida y e inicio de su andadura el drama fue menor. Pero ahora, el francés afronta tres meses de competición con un derbi y un clásico aún por disputarse y el Barcelona a nueve puntos de distancia. Mucho tiempo y demasiado margen en contra. Difícil para mantener a flote la moral y la psicología positiva entre los suyos.
Por eso fue intencionadamente positivo y hasta sabiéndose 'falso' (en el buen sentido) ante la prensa: No nos olvidamos de la Liga. Va a ser más difícil, pero nunca vamos a bajar los brazos [...] Es difícil. Hemos preparado bien la semana. Tengo que hacer mi análisis porque los jugadores han dado lo que han podido [...] No vamos a desconectar. Eso no existe [...] Hemos tenido oportunidades para marcar y ganar el partido. También se podía perder [...] Pensáis que la Liga está perdida. Para mi es así y para los jugadores ni mucho menos".

Lo más importante de todo es que Zidane no sólo practica ese discurso ante los medios por el 'postureo', sino que es lo que trata de incultarle a la plantilla y lo que dijo a los suyos tras la igualada. Su hoja de ruta no variará, así como su estilo para con los futbolistas. Cree que lo más importante ahora es darles cariño y mantenerles centrados en el objetivo de la Champions, pero sabe que la única forma de hacerlo es intentando sacar su orgullo y su amor propio por la Liga. De hecho, algunos alucinaron con las palabras del entrenador tras el choque y salieron pensando en positivo pese al empate.
Zidane sabe mejor que nadie cómo son estas temporadas en las que el equipo se queda casi sin opciones en la Liga a muchas semanas del final. Es consciente de que si los jugadores desconectan en el plano doméstico, la competitividad diaria se verá afectada por el paso de los días sin partidos trascendentes y eso al final pasaría factura a la hora de sufrir en la Champions. Es por esto que intenta autoconvencer a los jugadores de que luchen hasta el final, intentando ganar en el derbi de la próxima semana y también en el clásico ante el Barcelona.