El mensaje de Zidane a vestuario y club que pone los puntos sobre las íes
El francés toma parte activa en el proceso de autocrítica interno que lleva a cabo el equipo de cara a los próximos compromisos.
Zinedine Zidane no va a quedarse quieto ni tampoco a mantenerse impasible. El entrenador del Real Madrid puede tener un perfil pacifista y poco abierto a la polémica con los medios, pero esa 'autocmplacencia' que algunos ya denuncian como parte de la forma de hacer del galo en el banquillo en todo caso sólo la utiliza de puertas para fuera. Tras el empate en Málaga, y después de que el vestuario se haya conjurado para no tropezar de nuevo y, sobre todo, no cometer los errores que esta cometiendo también en la Champions, él también tiene mucho que hacer.
Aunque sin cebarse con sus futbolistas, ya lo empezó a hacer nada más terminar el encuentro en la Rosaleda. "Podéis pensar que la Liga está perdida", espetó a los periodistas. No quiere ni puede tirar la toalla en el campeonato doméstico pero tampoco ser utópico. La razón principal para mantener el discurso de la rebeldía en la Liga es mantener la tensión competitiva, que de lo contrario podría pasar factura en Europa. Y tener al público lo más contento posible mientras 'espera' los partidos de Champions cada dos semanas.

Pero, además, Zidane ejerce más que nunca de psicólogo y de brazo en el que apoyarse para la plantilla. También ha calmado al palco, nervioso por lo que teme podría acabar siendo una temporada finiquitada a mucho tiempo del mes de junio, con el pertinente desgaste que eso supone. El francés sabe que nadie o casi nadie le achacará a él las culpas de lo sucedido si finalmente no se gana nada. Por eso tiene que ejercer de parapeto más aún, si cabe.
Luchar hasta el final y planificar el próximo curso. Esa es la hoja de ruta de un Zidane que, pese a todo, mantiene la 'corazonada' de la undécima como vía para el éxito esta campaña.