Luis Enrique no se atreve a dar descanso a su tridente mágico
Messi, Neymar y Suárez han conseguido imponer su voluntad y el técnico se adapta a sus deseos.
Luis Enrique ha cambiado de estrategia con sus tres jugadores mágicos, los que actúan cuando él pronuncia la palabra "Abracadabra", como comentó jocosamente en Londres tras el 0-2 al Arsenal. Cuando aterrizó en el Camp Nou diciendo aquello de que "el líder soy yo" tenía la firme convicción de que había que dosificar a sus jugadores para que llegaran a tope al tramo final de la temporada, cuando están en juego todos los títulos.
Sin embargo, su conflicto con Leo Messi en enero del pasado año le hizo ver que a un futbolista de este nivel no se le puede "castigar" con el descanso y de que no hay mejor entrenamiento para ellos que jugar todos los partidos siempre. También salió escaldado con Neymar y las continuas sustituciones a las que le sometió. Messi, Suárez y el propio Neymar le hicieron ver que no hay mejor manera de tenerlos en forma que jugando siempre. Y Luis Enrique ha aceptado el reto en contra de sus propios principios: "Jugais siempre, pero quiero resultados". Y los resultados saltan a la vista.
Luis Suárez por ejemplo, lo ha jugado todo y jamás ha sido sustituido. Es el futbolista más exigido de la plantilla. Messi se perdió casi dos meses por lesión y sólo ha sido sustituido en dos ocasiones -una de ellas por la propia lesión-, mientras que Neymar únicamente ha dejado de llegar al final del partido una vez en toda la temporada.