Preocupación en el Barça: Arda Turan no coge la onda blaugrana

La estrella turca tiene problemas de adaptación y no es la solución que se esperaba de él.

Preocupación en el Barça: Arda Turan no coge la onda blaugrana

Arda Turan se está convirtiendo en el FC Barcelona en una preocupación más que en una solución, que fue para lo que se le fichó del Atlético de Madrid. El delantero turco no le acaba de coger el aire a su nuevo equipo, a pesar de que de julio a diciembre compartió entrenamientos con sus compañeros para alcanzar el máximo grado de compenetración.

 

Lo cierto es que cumplido su segundo mes como jugador del FC Barcelona en activo, su rendimiento ofrece más sombras que luces. No desentona, pero tampoco destaca y Luis Enrique incluso llegó a dejarle fuera de la lista de convocados para un partido tan importante como el de Londres de la semana pasada. No parece normal que un fichaje reciente que ha costado 40 millones de euros y que no necesita descansos, porque viene descansado de una prolongada pretemporada, no sirva para enfrentarse al Arsenal en el Emirates.

 

Arda tiene serios problemas de comunicación con sus compañeros por su deficiente dominio del idioma español y se ha encontrado con más dficultades de las previstas para asimilar los mecanismos de juego del Barcelona que poco o nada tienen que ver con las estrategias del Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Turan sigue jugando como si obedeciera todavía las órdenes de Simeone cuando el Barça es otra cosa. El juego de Luis Enrique exige soltar el balón rápidamente y jugarlo al primer toque, algo que a Turan le cuesta porque sigue reteniéndolo, lo que permite al rival reorganizarse impidiendo el factor sorpresa.

 

Turan es un excelente futbolista, con una técnica individual a la altura de los mejores del FC Barcelona. Sabe salirse con brillantez del uno contra uno y es capaz de ver pases imposibles para salir de una situación comprometida. Sin embargo, su asignatura pendiente es conseguir integrarse en el juego colectivo del Barcelona como uno más. Y esa es tarea de Luis Enrique, que hasta ahora no ha conseguido sacar de él lo que pretendía.