El modelo Barça peligra: las quejas de Leo Messi señalan a Luis Enrique
El asturiano ha optado por un camino complicado que puede se pan para hoy y hambre para mañana
El partido de Lionel Messi ante el Celta, como ante el Real Madrid, no será recordado. El crack del Barça desfiló en Balaídos caminó del vestuario sin alegrías. Parecía que el equipo había perdido en lugar de ganar. Leo lleva varios encuentros con la mosca detrás de la oreja: el argentino no termina de encontrar su sitio en este 'nuevo' Barça ante rivales duros de pelar. El planteamiento de Luis Enrique ahoga a un Messi que se siente incómodo/molesto en más de un tramo del encuentro. "Leo parecía desconectado. Ya lo vimos así ante el Madrid", advierte un directivo del club a este medio.
El asturiano volvió a dejar claro que no se casa con nadie. Como en el Clásico el equipo jugó sin centro del campo, sin pausa y sin posesión del balón, hasta la salida de Xavi, muy lejos del modelo marca de la casa que ha marcado los éxitos del conjunto en su historia.
Este Barça vive de fogonazos. El equipo azulgrana está sabiendo amortizar las jugadas a balón parado a falta de otras herramientas. Los tres punto sumados y la distancia de cuatro con el Madrid son los principales argumentos para defender a un equipo, el de Luis Enrique, irreconocible y vulgar durante gran parte del encuentro.
El estilo que maravilló al mundo y que consiguió los mayores éxitos de la historia del club azulgrana no está y algunos jugadores, como Messi, incluso Neymar, empiezan a sentirse incómodos sobre el terreno de juego.
Los primeros 45 minutos del Barça fueron una calamidad. Ni control ni juego, ni intensidad ni nada. Luis Enrique ha optado por un camino complicado que puede se pan para hoy y hambre para mañana. El entorno del Messi, en concreto Jorge, padre de Leo, ya advirtió a Bartomeu que no se quedarán otro año más bajo las órdenes de 'Lucho': o él o nosotros. Así de simple. El argentino y los suyos creen que la disposición táctica del aún entrenador azulgrana perjudica las opciones de un Leo que, ante rivales de entidad, desaparece del campo.
Unos argumentos, los de los Messi, que son compartidos por una gran mayoría en el entorno culé que opina que las ideas de Luis Enrique no tienen base sólida: vive de los fogonazos y de la calidad individual, una realidad que pierde consistencia ante oponentes serios. Así, advierten estas voces, va a ser muy complicado mantener la ventaja en la Liga y hacer un papel digno en la Champions. El Barça no va.