Zidane deja los paños calientes: 5 defectos explican su enfado con el vestuario
El discurso del francés, muy benevolente al principio, había ido variando con el paso de las semanas, pero después del duelo ante Las Palmas el técnico ha estallado.
No hubo forma. Por enésima vez esta temporada, el Real Madrid sufrió de lo lindo jugando un partido de Liga lejos del Santiago Bernabéu. Da igual el momento en el que se encuentre el equipo o si viene de jugar bien o mal en el encuentro anterior, el caso es que las salidas de los blancos en el campeonato doméstico están resultando ser auténticos 'partos' para los jugadores merengues. Sin apenas recuerdos de algún choque realmente bueno fuera de casa salvo, quizás, la victoria en San Mamés hace ya muchos meses, el equipo se muestra timorato cuando no encuentra el calor del Bernabéu. Falto de ideas, sin fortaleza en el centro del campo, obligado a correr detrás del balón y a defenderse como gato panza arriba, sea cual sea el enemigo que tenga en frente.
Las Palmas volvió a evidenciar todos los fallos endémicos que esta plantilla lleva arrastrando desde el principio de la temporada, ya sea con Rafa Benítez o Zinedine Zidane. El francés, que comenzó practicando un discurso pacificador y nada beligerante contra los suyos cuando aterrizó en el banquillo del Madrid, ha ido variando el tono conforme ha tenido que soportar cada salida en Liga, hasta que al final, este domingo en Gran Canaria, explotó: "Estoy contento por el resultado y preocupado por la segunda parte que ha hecho el equipo. Mañana hay que ver el partido y analizarlo. Si queremos esperar algo de lo que queda de temporada hay que jugar mejor porque así no vamos a ninguna parte. Jugando como la segunda parte, no. Estoy convencido de que podíamos haber hecho otro partido".
"Perdimos una cantidad de balones alucinante". En esta segunda reflexión está, quizá, uno de los puntos importantes que, futbolísticamente hablando, condenan a este Real Madrid. Zizou ya ha demostrado estar al corriente de ciertos desajustes, algo que se ha ido viendo en cómo ha ido variando su once de gala con el paso de las semanas desde que llegó. Principalmente, hay cinco aspectos que el galo pretende arreglar.
1. La presión alta. El Madrid consigue realizar arranques de partido espectaculares cuando juega en el Bernabéu. De hecho, adelantarse en el marcador en los primeros minutos tras una salida fulgurante y en tromba sobre la portería contraria ha sido una constante con Zidane en el banquillo, siempre que hablemos del equipo jugando en casa. Fuera no sucede lo mismo. El Madrid regala la iniciativa, se vuelve pasivo y conservador y no realiza presión alta "intimidado" por el ímpetu de los rivales, que cuando juegan ante su público y contra los blancos no suelen cerrarse atrás. Pasó en Sevilla contra el Betis, en Granada, en Málaga y este domingo ante Las Palmas. Esto provoca que el contrario gane en todos los rechaces y balones divididos, y por momentos tenga más posesión.
2. La posesión. Tarea que va relacionada con lo anterior. Si el Madrid no presiona arriba y no presiona bien, no recupera balones. Y como cede la iniciativa de primeras, le toca correr mucho detrás de la pelota. Las Palmas ganó en posesión al Madrid en su estadio, un dato escalofriante teniendo en cuenta que el equipo merengue contaba con jugadores como Modric o Isco en el campo. Además, cuando el Madrid ataca en estático no suele saber encontrar huecos en las defensas rivales jugando lejos del Bernabéu. A diferencia de lo que sucede en el coliseo blanco hay menos movilidad sin balón, algo que inevitablemente suele relacionarse con la actitud del equipo.

3. La defensa. Con Benítez, al menos al principio, el Real Madrid se volvió un seguro atrás a costa de jugar demasiado conservador y hacer el fútbol aburrido para sus aficionados. Zidane ha querido construir un equipo que juegue al ataque y ofrezca espectáculo, sacrificando un poco la parcela defensiva. Los centrales no están completando una buena temporada y no les ayuda que los laterales suelan actuar como extremos, olvidándose de defender o teniendo dificultades para recular en fase defensiva. Esto ha costado bastantes goles y debe arreglarse.
4. El mediocentro defensivo. Unido al mal momento de la defensa y a las pocas ayudas que ésta tiene debido al sistema de juego, en las últimas semanas, Zidane no ha tenido más remedio que tirar de Casemiro. El brasileño es el único futbolista de la plantilla con perfil de especialista en el mediocentro defensivo. Un jugador de físico y de recorrido capaz de taponar los huecos que el equipo deja cuando pierde el balón en campo contrario y le toca recular. Y pese a todo, Las Palmas demostró que incluso con el carioca a veces no basta.
5. La actitud. La madre de todos los problemas. Zidane lo dijo tras el derbi: "No creo que tengamos un problema físico, es un problema de no meter la pierna. Perdemos todos los duelos individuales. ¿Actitud? Puede que sí". Sucedió contra el Atlético en el Bernabéu, pero lo verdaderamente habitual es que suceda fuera de casa. Los 12 puntos de distancia que tienen los blancos con respecto al Barcelona en la clasificación han hecho que los partidos de Liga lejos del calor de los aficionados madridistas sean fechas molestas en el calendario.
Pero Zidane es consciente de la importancia de duelos como el de este domingo. No en puntuación ni en el devenir de la Liga pero sí en confianza, en ayudar a calmar el ambiente y estar centrados en la Champions. Quedan demasiadas semanas hasta el final de la temporada como para soportar más crisis de resultados sin que los jugadores no se descentren.