El PSG enreda para dejar al Barça sin el patrocinio de Qatar y sin Neymar
El club parisino quiere dar un salto cualitativo. Ya es un grande de Europa y ahora pretende ser el mejor.
La victoria del PSG sobre el Chelsea en la Champions League ha permitido al club francés darse un baño de autoestima que, sin embargo, no elimina los negros nubarrones que se vislumbran en el horizonte. El club parisino se ha propuesto en la última década alcanzar el rango de grande de Europa. Y ha conseguido situarse entre los mejores. Pero todavía no dispone del potencial que le puede convertir en el mejor y aspirar seriamente a conseguir la Champions League, su gran objetivo.
En París se ven todavía lejos del Barça de Messi, Neymar y Suárez y del Real Madrid de Cristiano, Bale y Benzema. Al PSG le falta todavía una vuelta de tuerca para situarse a ese nivel. Y en El Confidencial descubren que el camino a seguir por Nasser Al Khelaifi, el presidente catarí del PSG, pasa por entorpecer la negociación que mantiene el FC Barcelona con Qatar, lo que restaría poderío económico al club azulgrana, y luchar por privarle de una de sus estrellas. En este caso Neymar. El PSG posee una plantilla repleta de grandes jugadores, pero le falta la presencia de un número uno mundial. Lo intentaron con Ibrahimovic, pero el jugador sueco no es el líder que necesita un equipo que aspira a ganar la Champions League.
Según El Confidencial, el PSG se va a lanzar este verano a por Cristiano Ronaldo o Neymar. Necesita a un auténtico número uno y no va a descansar hasta conseguirlo. Hasta ahora sólo podía ofrecer dinero a los cracks. Ahora, además de dinero, el PSG también está en disposición de ofrecer un proyecto deportivo ambicioso. Y lo van a intentar con Cristiano Ronaldo y también con Neymar minando la fuente de ingresos que hasta ahora protegia al Barça desde Qatar. Sin el dinero del sponsor difícilmente podrá el Barcelona hacer frente a las renovaciones de Neymar y Busquets. Incluso podría tener problemas para respetar los compromisos pactados con Messi. Es la estrategia de un PSG, que aspira a asfixiar al Barcelona con un serio problema económico que le obligue a vender a sus figuras. Por otra parte, también tentará al Real Madrid con una oferta irrechazable por Cristiano Ronaldo que, como mínimo, le haga dudar.