José Mourinho todavía tiene mucho que decir sobre el Real Madrid

El técnico portugués volvió a sembrar las dudas sobre su futuro al no confirmar ni desmentir que vaya a entrenar al Manchester United la próxima temporada.

José Mourinho todavía tiene mucho que decir sobre el Real Madrid

De forma paradójica, en una semana que debería ser bastante tranquila para el Real Madrid -si es que alguna lo ha sido desde que comenzó la temporada- se está hablando mucho más que nunca sobre las dudas que el club tiene con Zinedine Zidane y sobre la continuidad del francés en el banquillo la próxima temporada que cuando el equipo perdió ante el Atlético de Madrid o empató frente a Málaga o Betis. La victoria ante Las Palmas del domingo ha activado todas las alarmas, por muy victoria que fuese. No hay juego ni equilibrio, ni se evidencia actitud en los futbolistas. Cada partido lejos de casa es una auténtica pesadilla.

 

Y, claro está, como suele ser habitual, cuando un técnico del Madrid empieza a estar en la cuerda floja salen las listas de posibles sustitutos. El problema con el Madrid es que cada vez van quedando menos nombres de los que tirar. Pero hay uno siempre recurrente: Jose Mourinho. Una vez más, el portugués vuelve a estar en la órbita del club blanco. Así como numerosos medios aseguraron que en Navidades Florentino Pérez tentó al luso para coger la nave madridista una vez que fue despedido del Chelsea y con Rafa Benítez en las últimas, parece que en las últimas horas a Mou le habrían vuelto a sonar las orejas con llamadas procedentes de Madrid.

 

La información la da 'Vozpópuli' y tiene que ver con el vestuario. La sensación tras más de dos meses de trabajo de Zinedine Zidane en el banquillo es que no ha sabido encauzar a la plantilla, primero con mano blanda y después atizando a los jugadores en público después de los últimos malos resultados. El citado medio asegura que en las altas esferas de la entidad no entienden algunas de sus últimas decisiones, como dejar a James o Kroos fuera de la convocatoria ante Las Palmas, y también que Pérez perdió su fe en Zidane el día del derbi, en el que fue ampliamente superado por Simeone en el plano táctico.

 

Se quiere mano dura, y ante esto, la creencia es que sólo Mourinho puede llevar este vestuario. Hacer que los futbolistas se centren. Para ello habrá que "limpiarlo", algo que el luso siempre ha puesto por delante como condición para regresar a un Real Madrid del que se marchó con mal sabor de boca, tanto él como su familia, y que ahora mismo no es su prioridad, como sí lo es entrenar en la Premier de nuevo en la 2016-2017.

 

La de ahora habría sido la tercera llamada madridista a Mou, que de momento, como él mismo dice, sólo "lee mentiras" mientras espera la llegada del verano para decidir su futuro. Por ahora no parece que vaya a ser el Madrid, pero el hecho de que no se descarte definitivamente y para siempre en público denota que, si se dan las condiciones, podría planteárselo. Mientras, Zidane asegura que no sabe si estará en el banco el próximo curso y no pocos aficionados merengues desean con fervor el regreso del portugués, que sin duda volvería a causar un tremebundo cisma social entre partidarios y detractores con su vuelta a Chamartín.