Luis Enrique se muerde la lengua: el drama que amenaza al Barça

El discurso interno no se asemeja en nada al obligado papel del técnico ante los medios

Luis Enrique se muerde la lengua: el drama que amenaza al Barça

Luis Enrique está que trina. El asturiano duda. Mientras el discurso de puertas a fuera, como obliga el cargo, es de convencimiento absoluto en el equipo, la realidad interna apunta caminos preocupantes.

 

El equipo llega muerto al tramo final del curso. Los incendios en el vestuario tampoco ayudan. Lucho advirtió el pasado verano de la necesidad de reforzar la plantilla. El técnico pedía fondo de armario. Y desde el club le pusieron sobre la mesa a Munir/Sandro como relevos de Pedro. Del cuarto hombre de garantías para reforzar el tridente no hubo noticias ni entonces, ni en invierno. Aleix Vidal, un complemento para Alves, pero nunca un jugador con nivel de titular, y Arada Turan, una apuesta del presidente para rascar votos en las elecciones, fueron los 'grandes' refuerzos para el Barça del triplete. 

 

Del central, tampoco hubo noticias. Lo de Pogba -le metieron con calzador a Turan- fue una chirigota para ilusionar al socio. Y en el Celta cuentan que el Barcelona nunca negoció en serio por Nolito.

 

Con todo, Lucho llega al tramo final con lo puesto y con un drama mayor: el equipo está pagando el desgaste de una temporada cargada de partidos y una plantilla escueta, con enormes diferencias entre titulares y suplentes.

 

Una realidad que tiene al asturiano sin pegar ojo. Luis Enrique sabe que en los dos meses finales de competición es cuando se deciden los títulos. El año pasado el Barcelona cazó Liga, Copa y Champions en el 'sprint' final. Este año no hay gasolina para todo.