Messi se negó a rotar ante el Almería pese a los consejos de los técnicos
El crack argentino del Barcelona lleva más de un año sin perderse un partido del campeonato de la regularidad, aunque esta temporada empezó el duelo ante la Real en Anoeta desde el banquillo
Leo Messi sólo es feliz cuando está sobre el césped. Lo que más le gusta es jugar a fútbol. Incluso así, sorprende que el crack del Barcelona acumule 50 partidos seguidos en la Liga. Quiere jugarlo todo. Ya debe costar Dios y ayuda convencerlo para que descanse en la Copa, por ejemplo. Que se lo digan a Osasuna. Hace unos años, el delantero, en teoría, tenía un proceso gripal y no podía jugar. Pero mira por dónde, se sintió mejor, llamó a Guardiola y acabó disputando el duelo ante los rojillos en el Camp Nou. Y marcando. Ahora, arrastra molestias en el pie derecho, los técnicos han llegado a aconsejarle que frene un poco. Pero no hay manera. Mientras el cuerpo aguante, seguirá jugando.
Desde enero de 2014, la presencia de Leo Messi sobre el campo en un partido de Liga del Barça ha sido una tónica tremendamente habitual, aunque frente a la Real Sociedad, en Anoeta, esta misma temporada, empezara el duelo inicialmente en el banquillo. Es medio centenar de encuentros en los que el argentino ha logrado anotar 53 goles, más de un tanto por partido. La última vez que tuvo que quedarse en el dique seco en el campeonato de la regularidad, la temporada pasada, con el Tata Martino en el banquillo, fue por lesión. Sufrió una rotura del bíceps femoral de la pierna izquierda que le obligó a estar casi dos meses de baja para recuperarse.
Las molestias en el pie derecho que por las que se perdió los encuentros amistosos ante El Salvador y Ecuador con la selección argentina dispararon las alarmas. Se llegó a pensar incluso que el jugador tendría que seguir descansando también durante un tiempo con el Barcelona para evitar males mayores. Pero su ambición y la pelea con Cristiano Ronaldo son mucho más fuertes que el dolor.