El Barça se huele una encerrona en el partido de vuelta en el Calderón
En el Camp Nou interpretan las quejas colchoneras como una manera de presionar a la UEFA para que designe un árbitro que entienda la intensidad del Atlético.
La reacción de la expedición del Atlético de Madrid y la posición que han adoptado los medios madrileños hacia el FC Barcelona alimentan la sospecha en el club barcelonista de que el partido de vuelta puede constituir una auténtica encerrona para los hombres de Luis Enrique.
En el FC Barcelona se ha instalado la sensación de que las quejas del Atlético de Madrid y de su entorno mediático no tienen más objetivo que influir en la UEFA para que les ayude a compensar lo que para ellos ha sido una injusticia en el Camp Nou. Se trata de generar presión, ambiental e institucional, para que el Atlético juegue con viento a favor el segundo de los partidos que le enfrenta al Barcelona en los cuartos de final de la Champions League. A la presión arbitral habrá que sumar la designación de un árbitro que "entienda" la intensidad que imprime el Atlético a sus partidos y que no se preste a incrementar la leyenda de que la UEFA favorece al Barça.
Luis Enrique ya ha avisado a sus jugadores de que el Barça jugará en el Calderón contra el Atlético de Madrid y también contra los elementos, por lo que nada de lo que allí suceda les pillará por sorpresa. Estarán preparados para asumir cualquier emboscada.