El vestuario del Madrid se frota las manos con la vuelta entre Atlético y Barça

El Calderón dibuja el mejor escenario para los intereses blancos

El vestuario del Madrid se frota las manos con la vuelta entre Atlético y Barça

El Madrid siempre gana. Desde el bando madridista el partido de ida de cuartos de final de la Champions entre Barcelona y Atlético se vivió con una alegría única. En el club blanco nadie dibuja un escenario con un Real eliminado frente al Wolfsburgo, al contrario: la seguridad interna de que el once de Zidane estará en el sorteo de semifinales es absoluta.

 

Visto así, en el Madrid no eligen. Barcelona y Atlético son dos equipos capaces de poner las cosas difíciles al Real en un supuesto choque europeo, pero sí realizan una segunda lectura. El encuentro de ida en el Camp Nou sentó las bases de la vuelta: encuentro duro/brusco con un rosario de tarjetas que amenaza con dejar en cuadro a uno y otros.

 

El Calderón será una olla a presión, avisaban desde Madrid. Y el ambiente advierte de un encuentro que puedo condicionar al vencedor en ‘semis’. En el caso del Atlético, porque acarrea advertencias de suspensión por doquier. Y en el del Barcelona porque deberá emplearse muy a fondo para superar un eliminatoria durísima.

 

En el club blanco, además, existe el convencimiento de que el Barça llega sin gasolina al tramo final de la temporada. El equipo está muerto. Una realidad que, de ir a más, puede convertir al eterno rival en una perita en dulce en Europa.

 

Jugar contra un Atlético en cuadro o frente a un Barcelona roto, suena hasta bien en la 'psique' del madridismo que preferiría evitar al favorito, el Bayern, y a un PSG que debería de decantar la balanza frente al City.