El discurso interno en el Barça pone los pelos de punta
La visión del equipo señala frentes que están matando a la plantilla en el tramo final
Ojo. El Barcelona salvó el cuello pero sigue condenado. El equipo de Luis Enrique dejó más sombras que claros hasta que el Atlético se quedó con diez. Lejos del pensamiento mayoritario, la reflexión en el grupo es más dura/preocupante de la aparente: en el Barça no son tontos. El equipo llega a la recta final sin gasolina. Hay dudas. Y las voces más críticas en la caseta vuelven a señalar a Luis Enrique.
Por partes. El equipo anda sin rumbo. Los jugadores afirman sin tapujos que en el Calderón necesitarán más que lo realizado frente al Atlético en una remontada bajo circunstancias especiales que no oculta el drama. "Jugando así no pasamos", afirma uno de los miembros del Barça.
El cansancio, afirma voces internas, empieza a hacer mella en una plantilla exprimida hasta los topes. Las últimas decisiones tácticas de Luis Enrique tampoco ayudan.
En el grupo se ha instalado la sensación de que el equipo/técnico no está sabiendo leer bien los últimos encuentros. El rival le ha tomado la matrícula al Barcelona que vive de la inspiración del tridente. Frente al Atlético Simeone volvió a sacar los colores a la táctica azulgrana. Los cambios, tampoco ayudaron.
Las críticas por la salida de Rakitic por el discutidísimo Arda Turan frente al Madrid se repitieron contra el Atlético. El grupo no entiende la aparición de un jugador que lastra al equipo hasta igualarlo con el rival en un diez contra diez. Tampoco se entendió el concurso de Rafinha en un partido de la máxima tras medio año en el dique seco. Cambiar el medio campo al completo con la entrada de Sergi Roberto desorientó a un Barcelona que Lucho tocó el banquillo tenía al Atlético contra las cuerdas.
Queda la vuelta, pero un rumor va ganando fuerza en las catacumbas del Barcelona: la 'moto' del triplete se está quedando sin gasolina.