Jesé agota su crédito: Claves de su entierro y posible salida del Real Madrid
Sale de Vallecas como el gran damnificado en un partido en el que el equipo necesitaba a sus secundarios.
A Jesé se le empieza a acabar el tiempo. Es una frase que ya hemos leído o escuchado muchas veces a lo largo de esta temporada. Incluso la oímos la pasada campaña, pero entonces todo se sujetaba mal que bien con la excusa del año que el canario estuvo parado (con recaídas incluidas) debido a su gravísima lesión de rodilla en 2014. Casi todos los expertos señalaron esta temporada como la que supondría el regreso de ese futbolista tremendamente interesante, explosivo, determinante y descarado que tiró la puerta del primer equipo a base de goles decisivos y momentos sorprendentes en el primer curso con Carlo Ancelotti al mando. No ha sido así.
Porque prácticamente no hemos visto a aquel Jesé que se daba autopases de muchos metros en su propio terreno de juego y alcanzaba la línea de fondo por velocidad sin nadie que pudiera seguirle; ya no regatea con la soltura de antaño y le cuesta mucho superar a sus marcadores. No está tan fino físicamente ni parece haber conseguido 'enchufarse' desde el punto de vista mental. No suma excesivamente desde el banquillo, cuando hace dos campañas incluso llegó a discutirle la titularidad a alguno de los miembros de la BBC, sobre todo a Bale cuando el galés estuvo lesionado. Sus goles son los cuartos o quintos de los partidos, generalmente fáciles, o con bastantes 'florituras' pero en partidos contra rivales asequibles y con el encuentro ya decantado a favor del Madrid. No hemos visto tantos señalados, como aquel que marcó en Mestalla en 2014 y que supuso un 2-3 crucial en aquel momento para los intereses merengues, y su impulso definitivo para convertirse en la mayor de las ilusiones del madridismo desde la cantera. Aquel Jesé parece no haber vuelto. Y lo peor es que muchos ya no dudan, sino que están seguros de que no volverá.
Una lesión terrible
Sin duda, en la mente de cualquier analista ese fatídico choque de vuelta de cuartos de final de la Champions League ante el Schalke 04. Jesé sufría una lesión de ligamentos en su rodilla justo en su mejor momento. Había anotado varios goles importantes en una Copa del Rey en la que solía ser titular, uno de ellos al Atlético de Madrid, ante el imponente Courtois, con una definición con el sello de un crack en ciernes. Marcó en el nuevo San Mamés, otro golazo para abrir el marcador el Getafe... ya había avisado de que los escenarios grandes no le intimidan, anotando un gol irrelevante en el Camp Nou, en la derrota de la primera vuelta de aquel curso frente al Barça. No pocos profesionales médicos avisaron de que ese tipo de lesiones, en un jugador cuyas mayores virtudes son la explosividad y la velocidad -las mismas que Cristiano Ronaldo, su modelo a seguir, tan grandes eran sus expectativas- podían suponer un antes y un después en su carrera profesional. Podía no volver a ser el mismo.
Y ojalá que vuelva a serlo, pero lo cierto es que al pobre Jesé le está costando mucho. Y no es por falta de oportunidades. Es uno de los hombres de refresco más utilizados por Zinedine Zidane y prueba de ello es que le escogiera para sustituir a CR7 en Vallecas, una tarde de oro puro para el canario. No estuvo fino ante los defensas rayistas y falló una ocasión clara disparando al muñeco ante el portero franjirrojo en la segunda mitad, con el equipo blanco volcado para ganar un partido que se le había complicado. Otra vez que se le necesita y no llega o, al menos, no llega como sí llegaba a dar lo que se espera de él hace dos años.
Su futuro
Ahora, más que nunca, su futuro en el Real Madrid es incierto. No hay prácticamente nadie en el madridismo que no estaría feliz de volver a ver al Jesé de 2014 , incluyendo también a DB, que gusta de jugadores talentosos. Pero una tras otra, las oportunidades van cayendo y no se puede decir que esté suponiendo una ayuda clave como alternativa a la BBC. Lleva 6 goles en 1.101 minutos jugados esta temporada, a uno cada 183,5 minutos, más de dos partidos. Ninguno de ellos fue el primero del encuentro y sólo dos pueden considerarse importantes: el 0-2 de la ida de octavos de final de la Champions ante la Roma en el Olímpico, y el 3-1 que sentenciaba un partido contra Las Palmas en el Bernabéu, allá por el mes de octubre.

Ha jugado más que nunca con el primer equipo y cuenta con la confianza de Zidane, pero la próxima temporada lo tendrá difícil. Se especula con la llegada de varios nombres para la delantera y a eso hay que añadir la explosión de Lucas Vázquez, que en el carrusel de cambios le ha adelantado como alternativa. Para colmo, hombres como Marco Asensio volverán tras sus cesiones en verano. Está la opción de cederle o venderle con opción a compra, pero a un equipo en el que tenga menos presión y sea titular. Hasta entonces, la duda sobre su estado físico y prestaciones, lamentablemente, seguirá pesando sobre él.