Gerard López convierte el Barça B en su cortijo particular

La plantilla le ha hecho llegar su malestar por la presencia del golfista Sergio García en uno de los entrenamientos como un jugador más.

Gerard López convierte el Barça B en su cortijo particular

El golfista Sergio García, de reconocida ascendencia madridista, se entrenó por segunda vez en lo que llevamos de temporada con el grupo del filial barcelonista, el Barça B, como si se tratara de un jugador más, realizando la misma actividad que los demás. Los propios jugadores no han considerado serio que un amigo del entrenador, que no es futbolista además, pueda tomar parte en el entrenamiento de un equipo profesional. Son muchos los que consideran que Gerard ha perdido su autoridad entre los jugadores al no tomarse en serio el trabajo diario dejando paso a quien no es más que un intruso en ese colectivo.

 

Sergio García fue un jugador más del Barça B y realizó el mismo trabajo que los demás: calentamiento, ejercicios, carreras, rondos. Todo esto lo hizo vestido con el uniforme oficial del FC Barcelona, como uno más gracias a la amistad que le une con el técnico del filial azulgrana, que además es el padrino de su hija.

 

Gerard ha intentado arreglarlo: "Quería que motivara a los jugadores, que éstos recibieran inputs positivos fuera del día a día", algo que no parece confirmarse si tenemos en cuenta que Sergio García se limitó a ser uno más en el grupo. Y ha añadido Gerard:  "quería que un deportista de elite diera a los jugadores un punto de vista distinto. Creo que el equipo necesitaba un poco de motivación después de quedarnos sin objetivos claros a falta de dos jornadas".

 

Y después del entrenamiento, Gerard López se fue a jugar un partido de padle con sus amigos Bertín Osborne y Enric Masip, al que también se unió Sergio García.