La clave del pleno en la 'semana clave' de Ancelotti

El Madrid no podía fallar tras la debacle en el Calderón y ha recuperado su ventaja en la Liga partiendo de cero

La clave del pleno en la 'semana clave' de Ancelotti

A Carlo Ancelotti se le suele acusar de hombre 'excesivamente' tranquilo en las ruedas de prensa. Quizás no de tantos titulares como en su día hacía José Mourinho, pero si se analiza cada reflexión del italiano, muchas veces uno de da cuenta de que no da puntada sin hilo. Tampoco lo hizo tras la derrota del Real Madrid ante el Atlético en el Vicente Calderón, donde por cierto se echó buena parte de las culpas de la debacle. Y pronunció una esclarecedora frase: "Algo va a cambiar. Los resultados de los próximos partidos nos dirán hacia dónde vamos el resto de la temporada".

 

Tenía razón, una vez más. 'Carletto' se impuso como objetivo superar la que ha sido, probablemente, la mayor crisis para él desde que está al frente del Real Madrid y la única vía posible para hacerlo era a base de resultados. Volver a aprender a ganar antes que mejorar el juego, que también. Y el primer gran agujero que tenía el equipo y sobre el cual los de Simeone castigaron sin piedad a los blancos era la fragilidad defensiva. El regreso de un Real Madrid que se deshacía por atrás no se recordaba desde las derrotas de Anoeta y el Bernabéu contra los rojiblancos.

 

Pepe y Sergio Ramos eran dos de las principales causas del problema. Su ausencia lastraba sobremanera al equipo, que volvió a enfrentarse con la pareja Varane-Nacho al Deportivo en casa en la jornada siguiente. Cabe mencionar el esfuerzo del canterano en estas semanas, dicho sea de paso, pese a sus errores en el derbi, un partido en el que los once jugadores merengues estuvieron paupérrimos. El conjunto gallego también fue capaz de sacar a la luz las carencias de la zaga madridista: Aquel día el Deportivo chutó 15 veces, cuatro de ellas a portería. Además, lo hizo seis veces fuera y la defensa taponó otros cinco disparos. En el desastre del Manzanares, el Atlético hizo 16 lanzamientos. Cuatro de ellos acabaron en gol, otros cuatro fueron a puerta, seis se marcharon fuera y dos fueron rechazados.

 

Una media muy alta para un equipo con las expectativas del Madrid, que además precisa estar bien atrás para no sufrir desajustes con un sistema eminentemente ofensivo. Ya con Pepe sobre el césped, estas cifras se han volteado de forma significativa. El luso comandó la defensa merengue en Gelsenkirchen, en el regreso de la Champions, en el que, si bien el equipo no jugó su mejor partido defensivamente, sí redujo notablemente el protagonismo del ataque contrario: De los quince remates del Deportivo pasamos a sólo ocho de los alemanes, tres a portería, tres fuera y dos rechazados.

 

El pasado domingo en Elche esta estadística mejoró aún más. Fue un encuentro muy plácido para Iker Casillas, que vio cómo los hombres del conjunto local sólo pudieron chutarle en cuatro ocasiones. Únicamente una de ellas fue a puerta. Con el binomio Pepe-Varane la defensa es más rápida, juega más adelantada y tiene más capacidad para sacar la pelota jugada. Una transformación fundamental para cerrar una semana decisiva, con el regreso de la ventaja de cuatro puntos en la Liga y la eliminatoria de octavos de la Champions encarrilada.