Neymar cae en desgracia y pierde sus privilegios de crack en Brasil

Si en el FC Barcelona Neymar está condenado a vivir a la sombra de Leo Messi, en Brasil se encuentra con un problema nuevo que no esperaba. El seleccionador, Carlos Dunga, cuestiona su liderazgo en el equipo y estudia la posibilidad de retirarle la capitanía de la canarinha.

Es el resultado de la actitud mostrada por Neymar en sus últimos partidos con Brasil, forzando expulsiones absurdas que han perjudicado al equipo y buscando tarjetas que le han impedido seguir jugando, pero no asistir a fiestas privadas. El propio Dunga explica el origen de sus dudas con Neymar en SportTV: “Darle o no la capitanía es la cosa más fácil que hay. Ya conversamos con Neymar y ya conversamos con todos...en el Barça, no usa el brazalete de capitán y sucede lo mismo. Entonces, no es una cuestión de brazalete, es que todo lo que envuelve a Neymar toma una amplitud mucho mayor que las cosas normales. Esto no quiere decir que en algunos momento él no se haya excedido o equivocado. Hemos conversado para llegar a un denominador común que sea bueno para él, para la selección y para el Barça, pero principalmente, pensando en la selección y en Neymar”.

Y es que Dunga, que no duda del talento y la calidad individual del jugador, sí tiene serias dudas sobre su aportación al juego colectivo:“Los episodios que han sucedido en la selección suceden en el Barça también. No es por el hecho del brazalete de capitán. Creía inicialmente que llevar el brazalete le daría una mayor seguridad , no una mayor visibilidad porque ya la tiene, que se sentiría un referente importante para los demás por su calidad técnica. Pero tiene algunas cosas que cambiaremos conversando con Neymar, aunque la forma con la que juega, la forma con la que dribla, que todos queremos en el fútbol, acaba llevando a este camino en el que hay más choque”.

Dunga también se ha referido a la polémica fiesta de Neymar en Brasil antes del clásico Barça-Madrid, tras quedar desconvocado de su selección al ver una amarilla en el partido contra Uruguay que aprovechó para desplazarse al sur del país y compartir una fiesta con sus amigos:  “Tenemos que entender que tiene 22 años. Tiene una responsabilidad en que las personas esperan que lo resuelva todo él sólo, pero nadie lo resuelve todo sólo. Todo lo que Neymar hace toma una proporción enorme por las redes sociales y en los medios de comunicación. Si hubiera sido expulsado en otro momento tendría que haber una reprimenda, pero por haber ido a una fiesta o no...es joven y es lógico dentro de un comportamiento”.