El proyecto 2.0 de Peter Lim en el Valencia no ha comenzado con buen pie
Lo que parecía iba a ser una revolución dura después del fracaso de la presente temporada se 'enquista' en las primeras reuniones en Singapur.
Los 'capos' que deben regir los destinos del Valencia de la temporada 2016-2017 se han estancado en los cimientos del nuevo proyecto che. Los medios cercanos a la actualidad valencianista eran muy directos hace tan solo unos días. Incluso algunos fijaban en la semana que ahora agoniza la fecha en la que se conocería el nombre del nuevo entrenador del equipo para la próxima temporada, que estaba más lejos de ser Pako Ayestarán y variaba entre un sinfín de nombres. Pellegrini, Sampaoli, Paco Jémez... el caso es que, tras el viaje de Suso García-Pitarch a Singapur, la cosa parece haberse estancado un poco.
Lim se lo piensa. Este es el titular con el que los valencianistas siguen esperando este viernes una resolución definitiva al tema del entrenador. Parece que el director deportivo está siendo el gran valedor de Ayestarán y ha conseguido que el magnate asiático se lo piense dos veces antes de dar carpetazo a la opción de su continuidad respecto a los demás candidatos. Pero el mensaje que esto desprende es claro: Ni Lim, ni el resto de sus consejeros lo tienen nada claro. Hay dudas. Y el nuevo proyecto exige celeridad para empezar a forjarse cuanto antes.
En juego hay criterios deportivos y económicos, en base a los cuales Peter Lim no quiere volver a equivocarse. Sabe que su popularidad entre el valencianismo está más dividida después de esta temporada y de algunas decisiones erróneas. Por eso, escoger al entrenador inadecuado, especialmente si las cosas no se dan bien en el plano deportivo, puede resultar fatal la temporada que viene. Además, la no clasifiación para Europa ha provocado que haya menos presupuesto.
Con la sombra de Jorge Mendes siempre planeando sobre el ambiente a pesar de que todos aseguran que el portugués no cuenta en estos procesos, lo cierto es que la decisión última corresponderá al singapurense. Una decisión que empieza a generar nerviosismo cuando ni siquiera hemos llegado a junio. Pero que urge conocer, ya que comenzar con dudas sería fatal.